Vendedores de diversos giros en la Isla, denunciaron al personal de Gobernación Municipal que los acosa después de las 10 de la noche, como lo hizo la noche de Navidad cuando no los dejó, como si vendiera bebidas embriagantes, esto en una clara afrenta contra el pueblo por parte del Alcalde Oscar Rosas González, quien actúa al amparo del poder.
Carlos Augusto Ojeada Jiménez, el mismo que mandó el Edil para extorsionar a Plaza Zentralia el mes pasado, es el que representando a Gobernación Municipal, también condiciona el trabajo a los vendedores.
Quienes se dedican al comercio semiformal y formal con negocios a la puerta de sus casas, son los que sufren de los acosos de la gente de la Comuna.
Testimonios anónimos de comerciantes señalan que Ojeda Jiménez manda a sus lacayos para amedrentarlos con cerrarles sus negocios o dejarlos vender a cambio de dinero.
Quien quiera vender por la noche -comercio formal- debe pagar. Esa es la amenaza, personas en la Isla que tienen comercios “puerta-calle” deciden cerrar a muy temprana hora, no porque no haya ventas, sino porque deben pagar por vender al Municipio, bueno, a los esbirros de Ojeda Jiménez.
Contexto
La situación económica de la Isla atraviesa una crisis de la que aún se empieza a recuperar; sin embargo, el Edil, lejos de estar del lado del pueblo, le da l espalda y trata de “apuñalarlo” con más impuestos que le frenaron en el Congreso del Estado.
Al amparo del poder, el Alcalde busca a toda costa hacerse del dinero del pueblo, incluso aunque se convierta en un vil extorsionador más que “cobra derecho de piso”.
(Texto y fotos: POR ESTO!)