Encallado desde el 10 de diciembre del 2017 frente a las costas del kilómetro 22 de la carretera Carmen-Puerto Real, el barco Zafiro Endeavour ha generado un daño al medio ambiente dentro de un Area Nacional Protegida (ANP), denunciado por diversos grupos ecologistas y que llegó incluso a medios de comunicación nacionales, pero del cual la empresa Oceanografía S.A. (OSA) se ha deslindado en todo momento y ante el que ninguna autoridad intervino. Sin embargo, hoy en día, también sin la intervención de ninguna dependencia en materia ambiental ante el daño ya causado, la nave está siendo desmantelada sin las medidas de disminución de riesgos por los líquidos y aceites que aún tiene en su interior.
El pasado 15 de octubre del 2018, a través de un comunicado, el propio empresario Amado Yáñez Osuna pretendió desmentir un reportaje de conocida televisora nacional en el que señalaba precisamente el vertimiento de combustibles del Zafiro Endeavour, así como en los otros cuatro barcos relacionados con OSA y encallados frente a la Isla del Carmen, en el polígono de protección ambiental.
Aquella ocasión, Yáñez Osuna a través de sus abogados afirmó que tanto el Titán II como el Zafiro Endeavour NO pertenecían a su flota actualmente –cuando le conviene-, ya que dichas embarcaciones son de bandera extranjera y sólo eran concesionados por Oceanografía, por lo que responsabilizaba a la administración del ex Presidente Enrique Peña Nieto, al Servicio de Administración Tributaria (SAT) y al Servicio de Administración y Enajenación de Bienes (SAE). Cabe resaltar que Amado Yáñez posee varias empresas “fachada”, a las cuales ha concesionado embarcaciones.
Asimismo, según el propio comunicado de Oceanografía, de los barcos encallados solamente se reconocía la propiedad del “Caballo de Trabajo”, frente a la colonia Tierra y Libertad, y del Caballo Azteca frente a las costas de Sabancuy, por lo que sólo se harían responsables de rescatar ambas naves.
Aún albergan
equipo valioso
Sin embargo, trabajadores de Oceanografía consultados, detallaron que en el Zafiro aún quedan equipos valiosos de buceo, como una cámara hiperbárica, sistema de recuperación y otros equipos, los que buscará rescatar la empresa y que bien servirían para pagar parte de los procesos laborales entablados por ellos, además de que la nave ya fue rematada como chatarra a una empresa local, dedicada a la construcción.
Así lo confirmaron quienes realizaban las labores de desmantelamiento el día de ayer, al revelar que efectivamente habían sido contratados para retirar la embarcación, aunque remitieron que de dicha operación no tenía conocimiento ninguna autoridad.
De igual manera mencionaron que a bordo del barco aún existe material contaminante como aceites además de líquidos con el óxido del metal, pero dijeron desconocer las medidas pertinentes para evitar que esto cause un daño mucho mayor, pese a que en todo momento afirmaron que las maniobras serían de beneficio para la Isla al retirar el buque grúa de la playa.
Cabe destacar que en el Zafiro se han presentado diversos conflictos en meses previos, incluso un tiroteo entre chatarreros y la detención de varias personas a mediados del año pasado.
Por su parte, trabajadores de Oceanografía que siguen exigiendo el pago de salarios caídos, liquidaciones y otros efectos, cuestionaron el actuar de autoridades locales, incluso de la senadora Rocío Abreu Artiñano, quien después del reportaje del 15 de octubre se dijo interesada en que se evaluara y se castigara el daño ecológico, pero sólo se quedó en palabras y hoy en día el Zafiro está prácticamente desarmado para no dejar huella de lo sucedido.
(Texto y fotos: Redacción / POR ESTO!)