La noche del 22 de agosto de 1980, la vida de cientos de familias de la región cambiaría para siempre, marcados por una de las tragedias más grandes acaecidas en la Isla del Carmen, el hundimiento de la Panga, suceso que también marcaría la historia de Carmen e Isla Aguada y que quedó marcado en la memoria colectiva; sin embargo, a 39 años de lo ocurrido y pese a que se supo que el “pangazo” fue resultado de las nulas medidas de seguridad y del deterioro de la embarcación, todavía en la actualidad lejos se está de erradicar los accidentes marítimos ocasionados por la irresponsabilidad humana y las omisiones de las autoridades.
Como el pasado fin de semana, a pocos días de que se conmemoren los 39 años del “pangazo”, otro suceso trágico enlutó a la Villa de Isla Aguada al volcarse una lancha turística, tragedias de la historia, justo a la altura del viejo atracadero de la antigua Panga, dos hechos con casi cuatro décadas de separación, y lecciones que parece no se han aprendido.
Corría agosto de 1980, un mal tiempo con lluvias y turbonadas azotaba la Isla del Carmen la noche del 22 de ese mes, cuando cientos de personas, se calcula que arriba de 150 pasajeros, abordaron la Panga del lado de Carmen con la esperanza de cruzar hacia el lado continental del municipio, pero las fuertes olas mecían la endeble embarcación que surcaba el mar no solo con personas, también vehículos y hasta un camión de pasajeros lo que suponía mucho más peso para sus máquinas.
Cerca de las 09:00 de la noche, cuando la Panga “Campeche” ya había cruzado más de la mitad del estrecho, se sobrevino el desastre, de acuerdo con los relatos de algunos sobrevivientes, fue una potente ola la que hizo sucumbir el ferri, hundiendo el deteriorado casco y ocasionando que en pocos minutos toda la panga se fuera al fondo del mar.
Desesperación, gritos, gente saltando al mar, en completa oscuridad, cálculos conservadores señalan la muerte de unas 50 personas, otros hasta 85 decesos, pero la cifra verdadera permanece en la incógnita; sobrevivientes, cerca de 35 pasajeros que lograron nadar hasta la orilla han relatado a lo largo de los años lo sucedido, y sobre todo, limpiado la memoria del Capitán Julio César Quej Parra, a quien se pretendió culpar.
El veterano Capitán Quej Parra había denunciado insistentemente a las autoridades federales de Caminos y Puentes Federales la deteriorada situación de la panga, que día a día se dañaba más, pero fue ignorado, se quedó hasta el final tratando de hacer llegar el transbordador hasta la orilla, cumpliendo con su honor de marinero.
Lección pendiente
En el marco de los 39 años del “pangazo”, resultan inevitables los paralelismos con la tragedia del pasado fin de semana en Isla Aguada, donde una lancha turística volcó resultando ahogadas una mujer de 45 años de edad y su familiar un joven de 16 años, parte de una familia de visitantes provenientes del vecino Estado de Yucatán, y que sólo deseaban un paseo por el santuario de Delfines en la Laguna de Términos.
Lección pendiente aún para los hombres de mar, pero también para las autoridades locales y marítimas, otra vez las condiciones climatológicas adversas sobrevinieron en desgracia, fuertes vientos hicieron volcar la lancha “Raquel” el pasado domingo 18, pero también, al igual que hace casi cuatro décadas, el sobrepeso y la ausencia de vigilancia por parte de las autoridades responsables de garantizar la vida en el mar, acabó por segar la vida ahora de dos personas.
A 39 años del “pangazo”, y con lecciones aún pendientes, se desconoce si las autoridades municipales de Carmen y de Isla Aguada, ambas emanadas del PRI, tendrán memora para realizar el acto protocolario en honor a las víctimas y los sobrevivientes, o fieles al priísmo serán unos desmemoriados.
(Texto: Carlos Valdemar / Fotos: POR ESTO! / Especial)