Por Ivi May Dzib
En el año 2009, la editorial Océano, como parte de su colección Océano Travesía editó el libro El arte de la lectura en tiempos de crisis de Michèle Petit, bajo la traducción de Diana Luz Sánchez. Este es un libro dedicado a los facilitadores de libros y de historias, a quienes Petit, considera, le debe estas páginas.
Michèle Petit ha investigado la lectura en diversos medios, tanto rurales como urbanos, en distintos países. En este libro nos habla de los procesos que llevan a la reconstrucción de uno mismo a partir del encuentro con la palabra escrita. El libro es un ensayo sobre los rodeos que permiten que la lectura desencadene una reorganización de lo posible, aún en los contextos más difíciles, ya que en el libro se dan cita una multitud de voces que dan cuenta de experiencias en las que se ha manifestado el poder de la palabra escrita para reconstruir la vida de personas en desgracia. Es importante señalar que este libro, más que experiencias ajenas, son los encuentros que la autora tuvo con el otro en su proceso de mediadora de lectura.
Las experiencias que se narran en el libro provienen de países iberoamericanos, aunque el libro no propone un modelo de lectura para poner en práctica, sino la compleja aplicación de estrategias de lecturas que permitan acercar a población en situación vulnerable a los procesos de lectura y escritura. Esta obra tiene la pretensión de hacer comprender que la literatura, la cultura y el arte no son productos para endulzar la vida espiritual, sino algo que reactiva la ensoñación, el pensamiento y la disposición inventiva “para que uno pueda elaborar un espacio donde pueda encontrar lugar, vivir momentos un poco tranquilos, poéticos y creativos, y no solo verse sometidos a evaluaciones en un universo productivista; para participar en el devenir compartido y entrar en relación con otros de manera menos violenta, menos brusca y más apaciguada”.
La obra de Michèle Petit me parece fundamental cuando hablamos de lectura y escritura, ya que su experiencia como promotora de lectura e investigadora del fenómeno es relevante si queremos investigar de cerca y de manera profunda el proceso lector. En este libro podemos apoyarnos de su experiencia, pensando que el contexto en el trabajamos muchos el fomento a la lectura es muy parecido a muchos casos que ella narra, sobre todo porque nosotros estamos trabajando también con un público joven que vive circunstancias atroces, productos de la violencia, la pobreza y la exclusión. Además de que en “El arte de la lectura en tiempos de crisis”, habla sobre qué lecturas habría que hacer con los jóvenes y cómo la biblioteca y la lectura parecen haber sido vedadas a los alumnos desde la escuela, por lo que la propuesta de cómo recuperarla tiene muchas similitudes con lo que uno como proyecto de fomento a la lectura está trabajando.
Michèle Petit es antropóloga de la lectura. Desde hace más de 15 años ha investigado la lectura en diversos medios (tanto rurales como urbanos) de Francia, América Latina y otros países, privilegiando la experiencia íntima y única de los lectores. Su escucha atenta la condujo a estudiar el papel de la lectura en la construcción del ser, particularmente en lugares que se encuentran en crisis. Su obra es ampliamente conocida en lengua española, tanto en España como en América Latina, donde ha contribuido a la renovación del pensamiento sobre la formación de lectores.
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