Juan Diego Casanova Medina
La paliza de 16x2 que le propinó Senadores de la Morelos a los Diablos de la Bojórquez en el mismo “infierno” ubicado al Poniente de la ciudad, correspondiente al primer encuentro de la sexta jornada de la Liga Meridana de Invierno de Béisbol que se jugó el sábado pasado, se fue al cesto de la basura.
La razón es simple. Se presentaron irregularidades fuera del reglamento y la protesta de ambos, por alineación indebida, procedió.
Por consiguiente, la directiva del circuito y el Consejo Ciudadano decidieron que dicho encuentro sea anulado y tanto Antonio Aguilera, piloto de los Diablos como José Caballero, de los Senadores, recibirán un fuerte llamado de atención por ser los responsables de tomar las decisiones en el campo.
La controversia surgió cuando los kisines detectaron que el jugador de los Senadores, Jeffrey Pérez está registrado como Novato y en la alineación que presentó el equipo de la Morelos lo incluyó como bateador designado, lo cual violó el reglamento, ya que debe de estar en el campo pues la esencia del circuito es promover su desarrollo deportivo.
La anomalía detectada se presentó al ampáyer Alvaro Escalante en la cuarta entrada cuando el anfitrión recibía infernal paliza de 8x0. Pese a que los Senadores tenían en el campo al también Novato Samuel Estrella, en el line-up aparecía que Jeffrey era el que iba a cumplir con la regla para jugar todo el encuentro, tal como se acordó en las reuniones de los mánagers.
La paliza seguía su curso pero era lo que menos le importaba a los Diablos ya que sabían que tenían ganado el encuentro en la mesa. Sin embargo, ante la ausencia de su mánager Antonio Aguilera, quien fue expulsado por discutir con el ampáyer, en la octava entrada entró a batear Luis Irigoyen, y fue cuando Sensadores detectaron la irregularidad pues el emergente no estaba habilitado en el róster oficial ante el circuito.
La pifia de los Diablos consistió en que antes del cierre de rósters, lo que se acostumbra cada miércoles antes de la medianoche, el mánager Aguilera dio de alta a Christian Escárrega, en lugar de Irigoyen, quien se quedó como coach de base.
Lo que sucedió es que el nuevo diablo no fue aceptado en la Liga, tras determinarse que no podía ser incluido. Entre las razones de su rechazo ni como novato ni como jugador local destacan su inasistencia en el “try-out”, además que es originario de Guanajuato, por lo que se inscribió a Leo Ramírez y se mantuvo a Luis Irogoyen como coach.
Como el bateador no era elegible en el róster oficializado por el circuito, la protesta de Senadores igualmente procedió, por lo que la directiva y el Consejo determinaron que el resultado sea anulado, por lo que los jonrones, carreras producidas, jits y todo lo se registró en el juego se fue al caño.