Medios locales confirmaron el deceso del ex mandatario peruano. El martes, García calificó de “especulación” que lo vinculen con los presuntos sobornos que recibió su ex Secretario por parte de la constructora brasileña Odebrecht.
Lima, 17 abr (EFE/SinEmbargo).- El ex Presidente Alan García de Perú murió este miércoles luego de haberse disparado en la cabeza cuando iba a ser detenido por orden judicial por supuestos delitos de corrupción vinculados al caso Odebrecht , de acuerdo con medios locales.
La ministra de Salud, Zulema Tomas lo reportó como en “situación muy grave” e indicó que estaba siendo operado y ha sido reanimado luego de sufrir tres paros cardiorrespiratorios.
El director del hospital, Enrique Gutiérrez, agregó que el ex gobernante presentó un disparo de arma de fuego en el cráneo “con orificio de entrada y salida” y que todos los médicos del Casimiro Ulloa, en el distrito limeño de Miraflores, participan en la operación.
En medio de una gran confusión, el dos veces presidente peruano (1985-1990 y 2006-2011) fue ingresado en el hospital, a donde fue trasladado por la Policía que fue a detenerlo a su casa.
Testigos consultados por la televisión peruana indicaron que García entró cubierto por una manta roja y poco después, el hijo de Alan García ingresó rápidamente en el hospital.
El suceso se produjo cuando agentes de la División de Investigación de delitos de Alta Complejidad acudieran a la casa del político, sobre el que pesa desde finales del año pasado una orden de impedimento de salida del país, para someterlo a una detención provisional por diez días ordenada por el Poder Judicial.
Junto a García, también se ordenó la detención de Luis Nava, secretario presidencial bajo el Gobierno del líder del partido aprista, y Miguel Atala, ambos estrechos colaboradores del expresidente y señalados como sus testaferros.
La situación legal de García se complicó después de que el pasado domingo se difundiera que la empresa Odebrecht, en el marco del acuerdo de colaboración que mantiene con la Justicia peruana, revelara que Nava y su hijo, José Antonio Nava, recibieron 4 millones de dólares de la empresa para lograr el contrato de construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
Apenas ayer, el ex Presidente peruano dio una entrevista a RRP y consideró que no había elementos para que el Ministerio Público solicite una orden de detención o prisión preventiva en su contra.
“Todo es especulación. Con especulaciones no se priva a una persona de la libertad, ni siquiera de manera preliminar. […] A mí me parece que eso sería una gran injusticia”, expresó el ex Jefe del Estado en diálogo con RPP.
También descartó la posibilidad de solicitar asilo, tal como hizo en noviembre pasado.
García es investigado por lavado de activos por el Caso Odebrecht. Sobre él pesa, desde noviembre del año pasado, una orden de impedimento de salida del país por 18 meses.
“Estoy impedido de salir del país, es una forma de prisión. Estoy de alguna manera atado, tampoco me ofende”, indicó al respecto.
La fiscalía incluyó a Luis Nava, ex secretario de la Presidencia en el segundo gobierno de García, en la investigación por el Caso Odebrecht. Según su hipótesis, este habría recibido más de 4 millones de dólares de la constructora. Según el portal IDL-Reporteros, el dinero fue transferido a Miguel Atala, quien fue vicepresidente de Petro-Perú durante el mandato de García.
El ex mandatario se defendió así de los recientes hallazgos hechos por la Fiscalía, al encontrar que Odebrecht consignó más de cuatro millones de dólares en cuentas de Luis Nava, quien fue secretario de Presidencia en el segundo mandato de García (2006-2011), y de su hijo José Antonio Nava.
Estas transacciones proceden de la Caja 2 de Odebrecht, la cuenta oculta con la que la empresa brasileña pagó millonarios sobornos en una docena de países de Latinoamérica, según relevó el domingo IDL-Reporteros.
Los beneficiarios de estas operaciones tenían como seudónimos “Chalán” para Nava y “Bandido” para su hijo, identificación confirmada por la constructora.
Además, Nava también recibió en sus cuentas más de un millón de dólares que Odebrecht transfirió inicialmente al exvicepresidente de la estatal Petroperú Miguel Atala en 2007, en una cuenta en la Banca Privada de Andorra (BPA).
García también rechazó este martes en declaraciones al Canal N de televisión conocer el sobrenombre de “Chalán”. “De ninguna manera tenía conocimiento de ningún acto ilícito. En absoluto me suena el nombre de ‘Chalán'”, aseguró.
Asimismo, señaló que espera que las investigaciones reveladas sean “documentadas, comprobadas y ratificadas por las personas”, en relación a los descargos que deberán hacer Nava y Atala.
“Considero que debemos esperar la respuesta de los señores Atala y Nava. Estoy seguro de que lo podrán aclarar”, manifestó García, quien gobernó Perú entre 1985 y 1990 y entre 2006 y 2011.
También indicó que está atento al interrogatorio que los fiscales peruanos realizarán la próxima semana al exdirector de Odebrecht en Perú Jorge Barata, quien se reunió una veintena de veces con García cuando este era presidente y puede dar mayor información como parte de la delación premiada acordada con el Estado peruano.
“Espero que las personas mencionadas respondan, hagan sus descargos y que el 23 (de abril) el señor Barata termine con esta telenovela y haga la declaración ante los fiscales peruanos””, agregó.
En relación al pedido de prisión preventiva de la Fiscalía contra el expresidente Pedro Pablo Kuczynski, también investigado por la Fiscalía por el caso Odebrecht y que se mantiene en una detención por diez días, García señaló que le parece “un exceso”.
“Me parece que a una persona que está impedida de salir del país, que tiene movilidad restringida, es un absurdo exponerlo a eso. Prisión domiciliaria es lo máximo que podrían hacer con él”, apuntó.
García es actualmente investigado por la Fiscalía peruana, con impedimento de salida del país, por los presuntos sobornos entregados por Odebrecht para adjudicarse la construcción de la Línea 1 del Metro de Lima.
El expresidente intentó recientemente eludir la investigación al solicitar asilo diplomático en la embajada de Uruguay, pero se lo denegaron, al contrario que en los años 90, cuando consiguió refugiarse en Colombia y luego en París para evitar un juicio por presunto enriquecimiento ilícito.
Por Redacción / Sin Embargo