Síguenos

México

Estrategia de desestabilización

CIUDAD DE MEXICO, 20 de enero.- Hablemos claro: en el viejo régimen, que se resiste a morir y está dispuesto a todo para impedirlo, gobernantes, narcos y huachicoleros eran la misma cosa. El sabotaje en Tlahuelilpan, la tragedia ahí ocurrida, es parte de una estrategia de desestabilización, afirmó Epigmenio Ibarra, productor y periodista mexicano. Su última obra es un documental sobre Andrés Manuel López Obrador, titulado: “AMLO, esto soy”.

Tlahuelilpan es una tragedia pero no fue un accidente; fue un crimen. Los huachicoleros -ante cuya actividad criminal se cruzaron de brazos Vicente Fox, Felipe Calderón y Enrique Peña Nieto- sabotearon, como ya lo habían hecho varias veces en los últimos años en la misma zona, un ducto de PEMEX, dijo el funcionario.

Los huachicoleros, que se volvieron una fuerza criminal de enorme potencia al amparo de Fox, Calderón y Peña, asumen hoy -retando al Gobierno democrático- la defensa, en la primera línea, del régimen corrupto. Están dispuestos a todo.

Con el viejo régimen, cuyos componentes genéticos son la corrupción y la impunidad, creció el huachicol. Fox, Calderón y Peña fueron omisos y, por tanto, cómplices.

El régimen corrupto está actuando; opera campaña de desestabilización.

¿Por qué el viejo régimen es corresponsable de la tragedia en Hidalgo? Porque permitió el crecimiento exponencial e impune del huachicol. Muchos de sus representantes más conspicuos amasaron fortunas por el robo de combustible. Demolió a PEMEX; dañó su infraestructura, saqueó sus arcas.

El viejo régimen, donde narcos, huachicoleros y gobernantes eran una y la misma cosa, utiliza la tragedia de Tlahuelilpan de la que es corresponsable.

Los carteles de la droga se expanden, multiplican sus zonas de influencia, se vuelven más letales y diversifican, con el huachicol, su actividad criminal gracias a la corrupción y la impunidad los dos componentes genéticos del viejo régimen.

Perforar un ducto es una acción de sabotaje. Tlahuelilpan es una muestra dolorosa, terribles consecuencias. Dos ductos estallaron la misma noche.

La tragedia de Tlahuelilpan y el estallido de otro ducto en Paso de Mata dejan claro que los huachicoleros están empeñados en seguir con sus crímenes a cualquier costo. El viejo régimen lanza así una ofensiva contra el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

El huachicol empezó con Fox, mientras hacía negocios a la sombra del poder; creció con Calderón, mientras se disfrazaba de militar y ordenaba una matanza; se desbordó con Peña mientras corrompía todo a su alrededor. ¿Y quieren hacernos creer que la culpa es de AMLO?, dijo por su parte Iván Gidi Blanchet, director de la Organización Nacional Anticorrupción (ONEA).

Siguiente noticia

Empresa