CIUDAD DE MÉXICO, 29 de octubre (SinEmbargo).- El titular de la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE), Marcelo Ebrard Casaubón, anunció que el nombramiento de Víctor Alberto Barreras Castro como cónsul en Las Vegas, Estados Unidos, queda suspendido hasta que el Comité de Ética de la dependencia verifique la información sobre su presunta detención por el delito de estupro, la cual habría ocurrido el 6 de mayo de 2011, según publicó la periodista Dolia Estévez este martes en su columna, en SinEmbargo.
“Leí la información que publica Dolia Estévez respecto a Víctor Alberto Barreras. Estoy ordenando que el Comité de Etica de la SRE verifique, mientras tanto el nombramiento queda suspendido. Toda la vida he sido feminista, actuaré en consecuencia respetando el debido proceso”, escribió a través de su cuenta de Twitter.
De acuerdo con la columna de Dolia Estévez, titulada “De agresor sexual a cónsul”, la aprehensión de Barreras Castro se habría presentado “luego de que el juzgado cuarto de primera instancia de lo penal de Ciudad Obregón, Sonora, girara orden de aprehensión en su contra por el delito de estupro (relaciones sexuales con menores de edad)”.
“Barreras quedó libre tras el pago de fianza”, escribió la colaboradora de SinEmbargo este día.
Según la denuncia contra Barreras, citada por la columnista, fue interpuesta por la madre de la víctima, quien era alumna de Víctor Alberto en la escuela Secundaria Técnica #56 de Ciudad Obregón en 2011. Ahí, la joven cursaba el “segundo año de secundaria y él daba clases de inglés como profesor suplente”.
“Barreras la sedujo diciéndole que la quería, que le gustaba mucho, que cuando fuera mayor iba pedir permiso a sus padres para ser novios y que el sexo era para conocerse mejor. La agredida declaró que Barreras le enviaba mensajes con ‘palabras obscenas’ y que poco a poco fue ‘metiéndole curiosidad para saber como se sentía tener relaciones sexuales’”, se lee en el texto.
La denuncia de los hechos está integrada por “declaraciones testimoniales de la querellante, el padre y la tía-madrina de la víctima, y de la madre del inculpado, así como dictámenes de ginecología practicado por dos peritos que concluyeron que el himen de la menor había sido desgarrado y otro de psicología que da cuenta de secuelas emocionales a consecuencia de la “agresión sexual”.