Quintana Roo

Sacrificio y devoción

Por Luis Enrique Tuz

CHETUMAL, 19 de abril.- El intenso calor de más de 33 grados, no fue impedimento para que cientos de feligreses participen en el tradicional Viacrucis viviente que organizó la Iglesia Católica en las calles aleñadas a sus parroquias, y que concluyó con la crucifixión de Jesús.

Las iglesias católicas de la ciudad anualmente realizan el Viacrucis y cada una de ellas tiene su estilo propio, pero sin duda el que más representatividad y antigüedad tiene es el que concluyó en el campo del Centro Cultural Católico (Cecuca), el cual organizan los católicos en coordinación con el párroco de la Divina Providencia.

Desde hace años, el Viacrucis en la capital del estado como en otras entidades se ha convertido en el elemento principal de la Semana Santa, por ser el evento de mayor participación de los fieles católicos, ya que representa la crucifixión de Jesús.

En algunas iglesias católicas el Viacrucis inició a las 10 de la mañana; sin embargo, en la Divina Providencia comenzó a la una de la tarde, cuando se representó el pasaje bíblico de la sentencia a Jesús.

En la representación se pidió que Jesús fuera crucificado, a gritos le pidieron a Pilato: “¡Crucifícalo, crucifícalo!”; y Pilato les dijo: “Lleváoslo vosotros y crucificadlo, porque yo no encuentro culpa en él”.

Los que representaban al pueblo judío le contestaron: “Nosotros tenemos una ley y según esa ley tiene que morir porque se ha declarado Hijo de Dios”. Desde ese momento Pilato trataba de soltarlo, pero los judíos gritaban: “Si sueltas a ése, no eres amigo del César. Todo el que se declara rey está contra el César”.

Con la sentencia de muerte inició el Viacrucis viviente en donde Jesús camino al Cecuca hasta su crucifixión, los feligreses que acompañaron el Viacrucis recorrieron la calle Esteban B. Calderón hasta llegar a la Calzada Veracruz, luego doblaron por la avenida Insurgentes hasta llegar al Cecuca.

Sin embargo, en las confluencias de la avenida Marciano González con Calzada Veracruz, coincidieron los Viacrucis que organizaron las iglesias Divina Providencia y Santa Cruz.

Durante todo el trayecto se llevó a cabo la representación en la que Jesús con su corona de espinas cargó la cruz y los soldados romanos le daban latigazos; en la tercera estación cayó por primera vez, y dijo “es más importante levantarse que caer”.

En la séptima estación Jesús cae por segunda ocasión. Y la reflexión es “levantarse para levantar a los demás. Danos esperanza en medio de toda esta oscuridad, para que seamos portadores de esperanza para el mundo”.

Cargando la cruz Jesús avanza y ya no puede más, por lo que en la novena estación cae por tercera vez, pero se levanta, la reflexión es: “Tú te has reincorporado, has resucitado y puedes levantarnos. Salva y santifica a tu Iglesia. Sálvanos y santifícanos a todos”.

En este Camino de la Cruz llamaron la atención los golpes que recibieron las mujeres, la Virgen María, María Magdalena, Verónica; además de Simón el Cirineo, personajes que en la historia que relata la Biblia, aparentemente no fueron maltratados.

Mientras que Jesús luego de ser sacrificado, dijo: “Padre, perdónalos porque no saben lo que hacen”, su madre María se acerca a llorar en los pies de su hijo fallecido.

Cabe destacar que le Viacrucis se divide en 14 estaciones que narran paso a paso la Pasión de Cristo, desde que es condenado a muerte hasta que es colocado en el sepulcro. 1.- Jesús es condenado a muerte; 2.- Jesús carga la cruz; 3.- Jesús cae por primera vez; 4.- Jesús se encuentra con su madre; 5.- Simón le ayuda a Jesús; 6.- Verónica limpia el sudor del rostro de Jesús; 7.- Jesús cae por segunda vez; 8.- Jesús consuela a las mujeres de Jerusalén; 9.- Jesús cae por tercera vez; 10.- Jesús es despojado de sus vestiduras; 11.- Jesús es crucificado; 12.- Jesús muere en la cruz; 13.- Jesús es bajado de la cruz; y 14.- Jesús es sepultado.

Durante todo el Viacrucis los católicos contaron con la protección de los elementos de la Dirección de Tránsito del Estado, afortunadamente todo concluyó sin novedad, pese a los intensos rayos del sol que pegaron durante toda la tarde.