Por Olivia Vázquez
Luego del golpe económico que soportó el sector de la proveeduría el año anterior derivado de los efectos que generó la llegada masiva de sargazo en la hotelería de los destinos y que derivó en cancelación de compras y contratos, el empresariado confía en que este año las condiciones sean más favorables, más aún si es que se realiza la construcción del Tren Maya, que abriría la llegada de mercancías con una reducción de costos.
Así lo indicó Jorge Soberanis Tax, presidente de la Asociación de Proveedores de Quintana Roo, quien informó que hasta ahora no se tiene un incremento desmedido en el costo de los productos ni en el flete, sin embargo, para marzo o abril se podría dar un deslizamiento en el costo de los productos y mercancías derivado de las modificaciones del Impuesto Especial sobre Producción y Servicio (IEPS), que afecta de manera directa a las gasolinas y diesel, por tanto al transporte que llega al destino.
En este sentido, refirió que el 80% de la producción que llega a Cancún se hace vía carretera y 20%, sobre todo la importación de productos, llega vía aérea.
Estos incrementos, reconoció, no compensarán el incremento propio que recibió el trabajador en su salario mínimo este año, por lo que podría ser un golpe duro a la economía familiar, sin embargo, hay que esperar cómo se va dando el comportamiento en el mercado.
Los productos que podrían tener un mayor incremento sin duda son de la canasta básica, carnes, verduras y otros como artículos de limpieza, que vienen principalmente por carretera. Estos son los que tendrían el mayor impacto por el incremento en el costo del combustible y de la energía que ya golpea al sector desde el arranque de año.
Los incrementos podrían verse reflejados en marzo o abril, con incrementos del uno al dos por ciento en cada producto, pero sería esta la mejor expectativa si la inflación se mantiene controlada.
En cuanto a la proyección a mediano plazo, el sector de la proveeduría confía en que proyectos como el Tren Maya vengan a diversificar la economía de la región con un comercio más fluido a menor costo, lo que sería en beneficio de la población que al final es quien paga el precio del producto pues llega en más del 90% de otras regiones y se tiene que transportar a la ciudad para atender las necesidades.
En ese tenor, el sector se dijo listo para aprovechar las oportunidades que generaría este medio de transporte, que sin duda vendría a bajar costos y con ello, un mejor beneficio para la población.