
El tramo de 700 metros, ubicado entre las calles Lizeta y Saturnino Argüelles, en el circuito perimetral de la colonia La Gloria, está en riesgo de desmoronamiento en varios puntos. Vecinos informan que hay áreas donde los acantilados tienen menos de tres metros de altura y muestran cavidades debido a la erosión a lo largo del tiempo.
Luis Iuit, uno de los residentes, alertó sobre grietas que se han formado probablemente por el tránsito diario de camiones pesados en esta vía. Desde la playa, ha observado el peligro que enfrenta esta sección, donde el desnivel alcanza entre 6 y 12 metros en promedio.

Noticia Destacada
Familiares de las víctimas del naufragio hundido en Isla Mujeres exigen los cuerpos

Ya se registró el desprendimiento de rocas en este tramo, antes de la pandemia, lo cual llevó a Protección Civil a cerrar temporalmente una sección de 50 metros. Se reforzó con concreto y se colocaron barreras para evitar posibles caídas de visitantes en el cruce del malecón Caribe, frente al condominio “Isla 33”.
A 150 metros al Norte de este tramo, hubo un derrumbe de rocas hace tres años, y se observan grietas en otro segmento. Este fenómeno es común a lo largo de siete kilómetros en las zonas escarpadas del Oriente de Isla Mujeres.

Concesionarios de Zona Federal, prestadores de servicios y algunos grupos políticos han propuesto acelerar un plan conjunto con los tres niveles de Gobierno para evitar un mayor colapso de la defensa natural de la Isla. Sugieren iniciar refuerzos e incluso mencionan la posibilidad de construir una línea de muros a lo largo de siete kilómetros, de Norte a Sur, para ganarle al mar 50 metros.
Vecinos comentan que ya han sufrido los efectos de dos huracanes que afectaron la vía perimetral: Gilberto, en 1988, y Wilma, en 2005, ambos dañaron 300 metros de vialidad en dos tramos, uno cerca de la planta de tratamiento de agua residual y otro en la colonia La Gloria, ambos al Sur del tramo expuesto.

En la unidad habitacional del ISSSTE, se observa deterioro en la pared del acantilado. Uno de los vecinos, que ha lidiado con el alcoholismo, menciona haberse refugiado alguna vez en las cuevas de los acantilados y describe cómo los vientos fuertes del Norte provocan que las arenas entre las rocas blandas se desprendan como polvo.
Exceptuando el malecón Oriente de un kilómetro 250 metros y 170 metros en la Salina Chica, el resto de la zona costera en este lado de la isla carece de protección. En Punta Sur, en 1998, Grupo Xcaret reforzó una sección para evitar el colapso del observatorio maya. Se utilizó tecnología de punta en este refuerzo de 50 metros, la misma técnica que se buscaría replicar en el Parque Escultórico, donde desde 1996 se observan constantes desprendimientos de rocas grandes. Sin embargo, algunos funcionarios consultados mencionan la falta de recursos públicos municipales para este propósito.
Síguenos en Google News y recibe la mejor información
HS