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Yucatán

Desbordante muestra de fe

TIZIMIN, Yucatán, 1 de diciembre.- Con desbordantes muestras de fe, una misa oficiada por el Obispo Auxiliar, Pedro Mena Díaz, un recorrido protagonizado por jaraneros y mestizas, un mar de gente y sacerdotes del Decanato XI y con la tradicional vaquería parroquial iniciaron las peregrinaciones que enmarcan los festejos de la morenita del Tepeyac.

La peregrinación dio inicio a un costado del ex convento, los feligreses y los sacerdotes acompañaron a la guadalupana hasta su templo parroquial. Este trayecto fue ambientado por las notas de la charanga, el tronar de los voladores y los lucidos matices de los trajes regionales convirtiéndola en una verdadera fiesta del pueblo que honró a la madre de los mexicanos.

A su llegada la virgen fue recibida con aplausos de la multitud manifestando el regocijo de participar en sus festejos. Posteriormente se desarrolló la celebración eucarística oficiada por el Obispo Auxiliar, Pedro Mena Díaz, quien externó en su mensaje que la virgen en su aparición pidió una casita y hoy miles de casitas se han construido en su honor haciendo alusión a sus templos guadalupanos, mencionando que esto debe ayudarnos a seguir confeccionando y profundizado en ese gran misterio de sus apariciones, en el que tenemos que pedir a Dios seguir buscando el progreso de nuestra Patria por caminos de justicia y de paz, ya que ella siempre busca mostrar ese amor, esa compasión, esa misericordia de parte de nuestro Dios a través Jesucristo que es el que nos enseña el camino del amor y la defensa de nuestro creador.

Indicando que esto es para que creamos que Dios está de parte de nosotros, del pueblo y por lo mismo tenemos que recordar este acontecimiento guadalupano de la tilma de Juan Diego donde dejó su imagen y donde el mismo Dios está esperando que nosotros seamos reflejo de ese amor que recibimos de su parte a través de la virgen.

Señaló que son actitudes que nos va enseñando y que hoy podemos contemplar en su rostro de la humildad, de las sencillez de ese proceder de Dios por medio de signos sensibles. “Creamos que el reino de Dios es muy diferente del reino de este mundo, contemplemos a la virgen y su humildad viendo en ella la voluntad de Dios”, puntualizó.

Al concluir la misa inició la magna vaquería parroquial, una verdadera fiesta del pueblo engalanada por las estampas yucatecas, los ritmos jaraneros, el zapateado, los voladores y la algarabía de los bailadores que protagonizaron su cuarta edición.

El Párroco Pedro Echeverría López manifestó la alegría que conlleva celebrar a la guadalupana con este evento regional para promover las tradiciones y costumbres de Yucatán.

La vaquería se desarrolló en las afueras del templo guadalupano donde se congregaron centenares de jaraneros que pusieron de manifiesto la algarabía que conllevan los ritmos yucatecos interpretados por las orquestas “Yucateca” y la “Tizimileña”.

El zapateado imperó en todo momento conjugándose con las bellas y coloridas estampas derivadas de los trajes regionales que vestía la mayoría de la gente.

Las personas abarrotaron la pista de baile de principio a fin disfrutando de esta fiesta guadalupana que se prolongó hasta la madrugada.

(POR ESTO! / Corresponsalías)

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