Etapa en que la mente tiene tantos y tantos recuerdos, y anécdotas para compartir, señaló don Eladio Simeón Casanova Gómez / Rememora era de desarrollo del puerto
PROGRESO, Yucatán, 30 de agosto.- La edad existe en la mente, es algo hermoso llegar a ser un adulto mayor, etapa en que la mente tienes tantos y tantos recuerdos, y anécdotas para compartir.
Y un ejemplo de ello es don Eladio Simeón Casanova Gómez, quien tiene 98 años de edad, de los cuales 70 se dedicó a la albañilería, terminando como contratista, pues platica con mente lúcida, después de leer el POR ESTO!, en su predio.
En la conversación dijo que recuerda su juventud, cuando en el puerto el medio de transporte era el tranvía, el cual era jalado por mulas que recorrían parte la ciudad, la cual era pequeña, con mucho mar y ciénaga.
“Después del tranvía comenzaron a moverse con motor a gasolina, que sustituyó a las mulas, y llegó a Progreso el tren de vía angosta, con vagones de madera y muy ruidoso”, agregó.
“Lo espectacular fue la llegada del tren tiempo después, que sustituiría al anterior. Era algo impresionante cuando el tren llegaba y cuando salía. En realidad mi generación pensó que el tren jamás dejaría de existir en este puerto, donde se manejaba la carga de los muelles y se construía el muelle fiscal, pero había muelles de madera.
“El nivel escolarizado era el tercer grado de primaria y después a trabajar. En mi caso, me gustó el trabajo rudo y comencé a ser albañil alrededor de los diez años de edad.
“Como albañil me siento orgulloso de haber sido trabajador en los cimientos de la escuela ‘Candelaria Ruz Patrón’, bajo la dirección de Jaime Bermúdez, quien fue encargado de la obra”, reveló.
“Hace unos 50 años no había el puerto de abrigo de Yucalpetén, hoy puerto de altura, pero se comenzaba a construir debido a que la pesca comenzaba a repuntar como el motor de la economía de Progreso.
“Los barcos empleaban el sistema de viveros, donde los peces se capturaban, para ser depositados en la parte media de las naves, por lo que llegaban vivos, como en el caso de los meros, porque los barcos no llevaban hielo.
“La descarga de los muelles se realizaban con mulas, a cargo de integrantes del Sindicato de Henequeneros, teniendo en cuenta que el llamado oro verde en el Estado de Yucatán era muy importante para la gente del campo y en el muelle fiscal ya se trabajaban los barcos para el transporte, vía marítima, de las cargas, que principalmente era el henequén.
“En mis años mozos el alcalde tenía sueldo y sus regidores eran parte de la sociedad, sus cargos eran honoríficos, no tenían percepciones económicas, simplemente eran concejales y estaban con la vocación de servir al puerto, y debido al número de habitantes, los concejales eran cuando muchos tres”, concluyó.
(Julio Jiménez Mendoza)