Pilar Faller Menéndez
Adeline Virginia Stephen, conocida en el mundo literario como Virginia Woolf, fue una destacada escritora inglesa del siglo XX reconocida junto con James Joyce o Franz Kafka, a quienes se les reconoce como los renovadores de la novela moderna, en la cual se integra y perfecciona el monólogo interior para poder representar los pensamientos de los personajes. Este recurso puede reconocerse en algunas de sus obras como La señora Dalloway escrita en 1925, Al Faro (1927) o Las olas escrita en 1931, en donde claramente puede identificarse el equilibrio que presenta su narrativa entre lo racional e irracional.
Probablemente la literatura fue para Woolf una forma de expresar sus reflexiones sobre la condición de la mujer en la época que le tocó vivir, así como la relación que tenía el arte con la literatura femenina. Sobre este tema puede destacarse su obra Una habitación propia (1932) la cual repercutió en el movimiento feminista de la época.
Una de sus obras, Orlando (1928) resultó una novela muy inquietante, ya que en ella se eliminan las diferencias entre la condición femenina y masculina, las cuales encarna su protagonista, quien es un aristócrata, que tiene la posibilidad de transformarse en mujer, lo que probablemente tenía la intención de señalar la desigualdad de derechos que existía en ambos géneros.
Creció en un ambiente propicio para formarse tanto como literata, como para desarrollar ideas sobre la condición que vivían las mujeres en su época, ya que su padre fue un distinguido historiador y crítico, y su casa era frecuentada tanto por literatos, como intelectuales y artistas. A la muerte de su padre se muda junto con sus dos hermanos, a la casa de su hermana, la cual se casó con el crítico Clive Bell, el cual argumentaba que en la apreciación artística, estaban implicadas respuestas emocionales a las cualidades formales e independientes al contenido que presentaban, teoría que influyó por varios años.
El barrio londinense de Bloomsbury, donde la familia Stephen vivía, se convirtió en un centro de reunión de amigos entre los cuales figuraban intelectuales como escritores, economistas, filósofos, lo cual le valió el sobrenombre de “el grupo de Bloomsbury”, cuya mezcla heterogénea de estos intelectuales buscaban el conocimiento y el placer estético considerándolos como el deber primordial de los individuos, así como el anticonformismo político y la moral.
A la edad de treinta años, Virginia contrae matrimonio con un economista, miembro de este grupo, Leonard Wolf, con el cual funda la célebre editorial Hogarth Press, la cual editó obras de escritores relevantes entre los cuales se puede mencionar a Sigmund Freud, considerado el padre del psicoanálisis, así como la obra de la propia Virginia, la cual es un reflejo de romper con los moldes establecidos de la novela inglesa, en los cuales existía una subordinación de los personajes, así como las acciones al argumento general de la novela, cuyas descripciones se basaban en ambientes tradicionales. La obra de Virginia, fue considerada por la crítica.
La originalidad de su obra empieza a recibir elogios, después de sus publicaciones La señora Dalloway y Alfaro en las cuales resalta su técnica y su afán de experimentar e introducir en la prosa de la novela, un estilo e imágenes que habían sido utilizadas hasta entonces únicamente en la poesía, esforzándose por captar los cambios de la vida, así como lo intangible de la conciencia.
La novela de Woolf también se nutre de filosofía, en la cual tiene un gran interés para su narrativa, tanto en el aspecto individual, como en la conciencia de sus personajes, así como la relación con el tiempo histórico y colectivo que se vivía en su tiempo, por lo que con Orlando fluye una fantasía libre que se basa en algunos pasajes de la escritora Vita Sackville-West, en la cual la protagonista vive en cinco siglos de la historia inglesa.
Woolf no solamente fue novelista y activista, fue también crítica literaria, así como autora de dos biografías: una en la que narraba la vida de los Browning, vista a través de su perro, y otra sobre el crítico Robert Fry.
Desgraciadamente, víctima de la depresión fue necesario que ingresara en varias ocasiones en instituciones mentales. Se suicidó en 1941 en Lewes en donde tenía una casa de campo, de la cual desapareció. Días después su cuerpo fue hallado en el río Ouse. Su última obra fue publicada ese mismo año tras su muerte.