PROGRESO, Yucatán, 6 de noviembre.- Los mejores homenajes son en vida, esto sería aplicable a 2 figuras emblemáticas del béisbol porteño, unas leyendas vivientes; se trata de Orlando Lizama Argáez, de 72 años y a Guillermo Alférez Alférez, “Mito”, de 95 años.
En primera instancia sería bueno reconocer la trayectoria del “Látigo” Orlando Lizama Argaez, de 67 años, que al sufrir un accidente anda en muletas, pero aun así es asiduo fanático de la pelota caliente.
Empezó su carrera a los 15 años, siendo su primer equipo Ayuntamiento de Buctzotz de donde es originario pero lleva más de 45 años de vivir en esta ciudad, jugó con los Tiburones, en la liga Campechana, en Tekit e Ixil.
A su avanzada edad, jugó como pitcher en un torneo sabatino de mayores de 60 años en la ciudad de Mérida, con su equipo llamado Potros, pero en esta ciudad fue atropellado y ello acabó con su longeva carrera.
Nunca tuvo instructor de pitcheo, esto fue aprendido de forma empírica, siendo sus armas las rectas y las curvas, siendo su último equipo Tiburones.
Recordó a otros colegas, que se adelantaron en el camino como “Patito” Sabido, “Chicles” Ventura, los “Chinos” Torres y Uribe, así como el “bizco” Carrillo.
El otro homenajeado es don Guillermo Alférez Alférez, “Mito”, de 95 años, fiel aficionado a los Tiburones que no faltaba a los partidos y fue reconocido por dar dinero a los bateadores cuando pegaban de jonrón, siendo tronco de una familia de grandes deportistas de béisbol y sóftbol.
Su incursión en el béisbol empezó a muy tierna edad en rancherías de Tabasco, en Tuxpan, así como en equipos de Coca Cola, siendo mánager en 1973 con el equipo La Parroquia, la Aduana y Liga de Verano.
Fue jugador utility, además taxista por 47 años, socio fundador, tanto sus hijos como sus nietos han destacado en el fútbol, la pelota caliente y la pelota suave.
(Alfredo Canto May)