Con una misa concluyó ayer el Congreso Pasión por Dios, Salvación para el Mundo, Concepción Cabrera, en el que los asistentes reflexionaron sobre temas relacionados con la vida cristiana.
El padre Fernando Torre, Misionero del Espíritu Santo que lo impartió, dijo ayer que las peticiones dirigidas al Espíritu Santo no es una introspección psicológica sino invocaciones de fe para que esa manifestación de Dios Padre nos ilumine verdaderamente en nuestra acción y pensamiento.
—Queremos que este día sea un día de oración y encuentro con Jesús, pero también un día de equipo misionero, pues si hemos encontrado a Jesús tenemos que darlo a conocer a los demás. Acompáñanos, Virgen María, este día, ven con nosotros, danos tu capacidad contemplativa y tu generosidad.
—Espíritu Santo, entra en nuestro corazón para descubrir lo que recientemente hemos estado viviendo, a descubrir por qué lo hemos vivido y nos hagas tomar conciencia de lo que hemos vivido, oró.
Como San Agustín, pidámosle a Dios que lo conozcamos y que Él nos conozca; de eso se trata, de reconocer lo que Dios Padre está haciendo en mí; no se trata solamente de ver cómo estoy, sino ver lo que Dios ha estado haciendo en mí; es muy importante para poder secundar esa hora de Dios.
Durante el ejercicio espiritual los presentes se hicieron las siguientes preguntas: ¿Qué hice a partir de que encontré a tal persona, a partir de que me dijeron? Puede ser un acontecimiento de hace tres días, una semana, quince días, un mes y entonces a partir de ahí, es donde vamos a empezar a tomar esta reflexión sobre qué ha estado sucediendo en este tiempo, y entonces vamos a ir haciendo algunas preguntas y esas preguntas y estas nos llevarán de la mano para conocer los hechos más importantes de la vida y lo que han hecho concretamente.
(Víctor Lara Martínez)