Quiero instar a las mujeres indígenas que buscan oportunidades para empoderarse, para salir adelante, a que no dejen pasar su sueño, a que luchen, que se puede no importando la edad, no importan las circunstancias, que sí podemos salir adelante.
Afirmó ayer lo anterior Natividad Graciela Clemente Ramírez, delegada de Cabricán, del área indígena de la comunidad del Departamento de Quetzaltenango, Guatemala.
Y afirmó:
–Mi cargo es para apoyar a las mujeres indígenas para empoderarse, para salir del área rural y buscar una oportunidad en la sociedad.
–¿Por qué no quedarse en su lugar de origen, qué las motiva?
–Nosotras pedimos un lugar en la sociedad porque realmente como mujeres y como indígenas tenemos mucho el problema de discriminación racial y tenemos el problema de la falta de igualdad, de equidad de género, y por esa misma situación estamos buscando un lugar en la sociedad, que seamos reconocidas como mujeres, como indígenas que sí tenemos posibilidades para crecer en el empoderamiento.
–¿También es lo económico lo que las mueve?
–En este caso, lo que nosotros estamos viendo es que las mujeres indígenas no tenemos muchas oportunidades, en nuestra sociedad las mujeres ni siquiera un grado académico tienen. Muchas mujeres de nuestra comunidad ni siquiera a la primaria llegaron, y en este caso es buscar alguna manera de tener un trabajo, cómo tener un ingreso extra, porque la mujer en sí nada más se dedica a cuidar a la familia, a la casa, al hogar. Entonces, estamos buscando una oportunidad0 porque hay muchas artesanas que hacen manteles, mermeladas, champú desinfectante, por esa misma situación estamos impulsando esto para que las mujeres tengan un pequeño emprendimiento.
El área de Quetzaltenango es extensa, allá hablamos maya mam, nosotros somos mames, estamos en entre 8 y 9 municipios de Quetzaltenango, somos mayas, pero el mam es el idioma de nosotros. Y también en una parte se habla quiché, porque en Guatemala se hablan diversos idiomas nativos.
–Sus esposos, ¿en qué trabajan?
–Por lo mismo que hay pocas oportunidades, no hay muchos empleos, no hay muchas empresas que generen empleos, y si hubieran la paga está muy baja, abajo del sueldo mínimo que regularmente está ahora en 2666 al mes. Estamos hablando de 25 días laborales, pero los hombres que están residiendo en el área rural ganan 50 quetzales por jornada, que si lo multiplicamos por 30 días son 1500, lo que está bajísimo.
–¿Cuánto vale un quetzal en pesos mexicanos?
–Es el doble.
–¿O sea que ganan más allá que acá?
-Sí, pero como vemos el alto índice de la canasta básica, el precio elevado, de la misma manera no nos alcanza.
–Tampoco acá. ¿Y qué otros problemas enfrentan?
–En nuestro caso hay falta primero de educación, falta de acceso a la salud, tenemos problemas de desnutrición, tenemos problemas de tierra, que esto viene afectando no sólo a pueblos indígenas de Guatemala, sino afecta a todos los pueblos indígenas de Latinoamérica.
–¿Hay despojos de tierras?
–No, sino que es muy poca la tierra como para muchas familias. Por ejemplo, en mi caso yo vengo de una familia de 13 hermanos en total. Y hay otras muchas familias numerosas. ¿Y ahora dónde vamos a poner a nuestros hijos, dónde vamos a vivir?
–Yo estudié Perito Contador, soy Contadora. No fue la carrera que quería, pero eso fue lo que teníamos. Y llegué aquí porque hay falta de equidad y género; me junté, me casé, y en esa oportunidad ya no tenía acceso como para trabajar, cómo ejercer mi profesión, y los niños iban creciendo, entonces nos impulsamos a la producción agrícola de tomate bajo invernadero. Entonces USAID se interesó en nuestro proyecto, nos dieron una beca de intercambio de experiencias de la red We Americas, yo fui parte en el 2014, y a mi regreso de We Americas vine a hacer una reforma casi total, a sacar estas ventas de las mujeres emprendedoras, buscar otras oportunidades, y hoy formo parte de dos cooperativas, una de ahorro y crédito, la otra es Integral de Producción Agrícola. En We Americas somos una delegada de cada país de América Latina y el Caribe, somos ex becarias del Departamento de Estado de Estados Unidos, y hoy estamos presentes como 40 representantes de varios países.
Finalmente, ¿qué recomienda a las mujeres indígenas?
–Que no dejen pasar su sueño, quiero instar a las mujeres que buscan estas oportunidades a que luchen, que se puede, no importa la edad, no importan las circunstancias, que sí podemos salir adelante.
(Roberto López Méndez)