Las potentes ráfagas traídas por el Frente Frío número 10 arrastraron a la embarcación de Oceanografía “Caballo de Trabajo”, dejando en evidencia una vez más el riesgo ambiental y social de este y otros barcos propiedad de la empresa de Amado Yáñez Osuna ante las contingencias meteorológicas, consideraron trabajadores de la ex petrolera estrella protegida por autoridades de todos los niveles.
A punto de cumplir un año de que encalló en el mes de diciembre del 2017, el “Caballo de Trabajo” ha sido movido al capricho de las olas acercándose cada vez más a la orilla de la playa, quedando luego del fenómeno meteorológico a escasos metros haciendo mucho más fácil en ingreso para los chatarreros que lo han atracado en diversas ocasiones.
Sin embargo, desde el último reporte de robo de fierro, un puñado de trabajadores de Oceanografía se encuentra abordo, por lo que ninguna autoridad se preocupó por su seguridad durante la contingencia.
Por su parte, trabajadores que se mantienen en pie de lucha exigiendo sus derechos laborales reiteraron como lo han hecho desde hace tiempo que tanto esta como las naves Caballo Azteca, Zafiro Endeavour, Titán II y Eclipse sí están contaminando el ecosistema marino en un Área Natural Protegida.
“Es algo que ya hemos denunciado con anterioridad, pero que ante fenómenos como este queda en evidencia, esas embarcaciones representan un grave peligro pero no existe la voluntad política, ya no para retirarlos, sino para sancionar a los responsables de esta situación, que es lo primero que se debería de hacer”, significaron.
“Persiste además el desinterés en la vida humana, hay personas a bordo que se afirmaron ser trabajadores de la empresa la última ocasión que se reportó un robo de equipo, pero no les importa a las autoridades su seguridad durante eventos como este que causó destrozos y arrastró al barco casi hasta la orilla”.
“Ese es el que sabemos, pero todavía falta ver qué pasó con los demás, los que ya han sido incendiados como el Azteca y el Titán II, otros que están volcados como el Eclipse, o el Zafiro que está muy cerca de la costa, seguramente también fueron arrastrados o afectados por los fuertes vientos, tienen materiales contaminantes en ellos, eso es un hecho, están vertiendo constantemente y con el frente frío mucho más”, explicó la fuente.
Finalmente cuestionaron por qué no pasa nada, ya que incluso la diputada Rocío Abreu realizó un escrito como nula resonancia, y no volvió a alzar la voz en el tema, “ya no es tanto que se retiren, sino que se castigue a quienes son responsables, porque eso es un daño a la Isla, un daño a Ciudad del Carmen, olvídate que se retiren la cuestión es quién repara el daño”, finalizó.
(Texto y fotos: Carlos Valdemar)