Usar recursos públicos para preparar una caminata política para posicionar su imagen, y a toda costa recopilar material audiovisual para producción -sin límite de presupuesto humano y económico- para fabricar propaganda que se lucirá más en el próximo informe; estos fueron algunos de los lineamientos que siguió el Alcalde, Oscar Rosas González, ayer en la mañana, pero no contó con la afrenta del pueblo que lo repudió y recibió con rechiflas, hartos de engaños, inseguridad, saqueo, más impuestos y corrupción interminable que brota desde el “secuestrado” Ayuntamiento de Carmen.
Abucheos y desprecio estuvieron presentes contra el vividor de la política, Rosas González, por parte de los valientes vecinos de la colonia Salitral, que aprovecharon a reclamarle de todo, esto mientras él estuvo haciendo campaña política maquillada como una “apertura de calle”.
Todo inició en las calles 42-E e Independencia en la colonia Salitral desde las 08:00 horas aproximadamente, cuando personal de Servicios Públicos fue obligado a pintar guarniciones, limpiar de más, hasta barrer a conciencia las calles, lo que jamás hacen; todo para que las fotografías y videos del Edil luzcan impecables para la propaganda sonriente.
Estas calles no son muy grandes, tramos de no más de 300 metros lineales, y más que un evento, a la gente le urgía que se abriera la circulación para hacer sus actividades, no faramallas políticas de pobres perfiles que aspiran a fuertes candidaturas como Rosas González.
Desfila la “avanzada”
Al filo de las 09:35 horas, una burócrata municipal sin uniforme y muy amable de excelente presentación, en compañía de otros trabajadores municipales, empezaron a ganarse su sueldo pasando a cada casa por donde era evidente que iba a caminar “su majestad”, el Alcalde, “avisando que va a pasar el Alcalde” para que estén pendientes y dejen todo para saludarlo. Esto es exactamente el mismo trabajo de “la avanzada” que usa el Partido Revolucionario Institucional (PRI).
El PRI usa esta estrategia en las “caminatas” que hacen en colonias populares -a las que nunca regresan cuando consiguen “hueso”- cuando buscan el voto.
Mediante esta estrategia, el candidato siempre tiene una casa donde lo espera un ciudadano para “saludarlo” y tomarse muchas, muchas fotos, tantas que nunca son suficientes, siempre hay muchas lentes pendientes.
Esta misma estrategia la uso Rosas González, pero esta vez el costo de su “campañita” nos costó a todos, porque se valió de recursos humanos, financieros y materiales del Ayuntamiento, para empezar a posicionar su imagen política, antes que ser Alcalde legítimo.
Sale la “pandilla”
Rosas González, alrededor de las 10:00 horas, arribó con su séquito de cómplices de “cuello blanco” disfrazados de funcionarios; Celina Santos Alayola, directora de Desarrollo Urbano, matriarca de una red de empresas de portafolio que sacan dinero del Ayuntamiento mediante contratos; y por José Antonio Elías Pinto, recién acomodado como director de Obras Públicas y completo responsable de “Seguridad Estructural” en una obra donde colapsó la estructura en el Colegio Marista, esto en diciembre del 2017 donde lamentablemente también perdieron la vida dos trabajadores inocentes, dos obreros que confiaban su seguridad en manos de presuntos “profesionales”.
Rosas González, hizo una “magistral” presentación donde con un “más o menos” discurso político, trató de exagerar lo más que pudo, dos pedacitos de calle de unas cuantas decenas de metros lineales que fueron pavimentados con concreto hidráulico comprado con recursos federales, no de abusivos cobros de impuestos a Plaza Zentralia.
Dosis de realidad
Luego que Rosas González mostró sus dotes con el micrófono en mano de “cuenta cuentos”, con su relato imaginario de un “chicharronero” que le quiso regalar unos chicharrones por pavimentar la calle, procedió a hacer el recorrido y como “entre gitanos no se leen las manos”, protegió a Pinto Elías ante los cuestionamientos de su capacidad, pero el pueblo le reprochó más.
A Rosas González, no le importó que Pinto Elías estuvo involucrado penalmente en el caso del mortal derrumbe en el Instituto Marista que aplastó a dos trabajadores el 1 de diciembre de 2017 por la tarde.
Entre tanto, mientras caminaba desde la calle 42-E hasta la Independencia y era entrevistado, fue secundado por medios de comunicación que le hicieron preguntas a modo para distraer, cansar a este comunicador, pero ni todo eso pudo callarle la boca a media cuadra de vecinos que le mostraron su desprecio a gritos de obscenidades desde sus casas.
Las valerosas personas que le lanzaron reclamos a Rosas González mientras se paseaba y contestaba forzado a este medio, fueron evitadas por él lo más que pudo, hasta que cuando este reportero atendió la queja de una mujer sobre la avenida Independencia, increíblemente pasó algo inimaginable, impensable; el Alcalde corrió, tropezándose hasta esta mujer y casi arrodillándose esbozó su fingida sonrisa y trató de decirle que “sí” a todo lo que le reclamó aparentando una falsa atención. Luego cortó el listón de inauguración y siguió grabando sus videos propagandísticos usando a la gente.
(Texto y fotos: Redacción /
POR ESTO!)