
El aumento de nivel del río Palizada también repuntó la actividad pesquera en beneficio de la economía del gremio y para beneplácito de los paliceños y visitantes, pues nuevamente probarán el pez llamado topén o topota, considerado como un manjar y que ahora comienza a salir de los cuerpos lagunares hacia el afluente.
Además, la creciente hizo que abunde la pesca de especies típicas, como la mojarra tenguayaca, pinta y el pejelagarto, así como la tilapia y el robalo, lo cual no solo beneficia a los pescadores, también al público consumidor.
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Sin embargo, los paliceños y visitantes esperan el paso del topén o la topota, que es una especie pequeña y nativa de la región, la cual crece y se desarrolla en las zonas pantanosas y salen al río a ovar, solo cuando crecen los niveles y se unen las lagunas con el afluente, lo cual es el momento oportuno para su captura.
El pescado se puede comer frito y se le considera como un platillo exquisito, pero además se aprovecha la hueva, la cual ha sido llamada el “caviar paliceño”; se adereza con ajo, limón y sal, y se come frita con mantequilla.
Desde la tarde del viernes y ayer comenzó a pasar la topota, y de inmediato los paliceños y visitantes con atarraya se sumaron a la pesca, para luego vender cada ejemplar en tres a cinco pesos, mientras que el kilo de hueva lo ofertaron a 150 y 180 pesos, precios que podrían bajar o subir, y dependerá de que el espécimen pase en mayor cantidad o disminuya en los próximos días.