Cultura

Ser carne de cañón

Ivi May Dzib

Apuntes de un escribidor

La población como carne de cañón ante las decisiones del Estado, así ha sido, incluso cuando se trata de la seguridad de la población, desde que Calderón se lanzó de lleno en su guerra contra el narcotráfico lo dejó claro “se perderá vidas inocentes pero valdrá la pena” y hasta ahora se han perdido muchas vidas y se han roto las de los deudos, desde las viudas, las madres y los niños que han quedado huérfanos, además de que en un afán de difamar, a muchos inocentes que fueron víctimas del Estado se les inventó que eran parte de la delincuencia organizada, ahora la pregunta obligatoria es: ¿estos últimos 12 años han valido la pena y se ha resuelto algo?

La situación del país es compleja y ante esa complejidad nos pega en la cara la noticia de que el narco sitió todo un Estado para rescatar a uno de los suyos y después de muchos hechos violentos en donde se perdieron vidas, finalmente decidieron dejar en libertad a Ovidio Guzmán López, hijo del Chapo Guzmán, quien fue apresado. Fue una decisión con el aval del presidente, el argumento fue que con eso se iban a salvar vidas, porque un enfrentamiento llevaría a la pérdida de muchas vidas inocentes y al cártel le tiene sin cuidado que eso suceda, pero esta vez el gobierno decidió evitar la confrontación.

Obviamente, cada decisión que se tome será mirada con lupa, sobre todo una que es de naturaleza delicada, además de que hay que tomar en cuenta que ahora el gobierno federal ha quitado las grandes tajadas de dinero a los medios de información, de ahí que mientras unos se sienten vengativos, otros se sienten sin ningún compromiso editorial, lo que provoca que se pueda ser más incisivo al momento de hacer un análisis de lo que pasó.

Como era de esperarse hubo quienes apoyaron esta decisión basada en el sentido común y en pensar que no se podía tener de rehén a la población civil, se celebró que no se impusiera un enfrentamiento donde el costo de las vidas inocentes fuera una “bonita” imagen del gobierno federal frente a la lucha contra el crimen. El gobierno anterior hizo de la simulación su mayor fortaleza, importaba más la apariencia que cualquier otra cosa, de ahí que se valiera siempre de la publicidad para asegurar que estábamos ganando la guerra, anunciando con bombo y platillo cada detención. Costaba mucho dinero del erario además de las bajas civiles, simular que todo iba bien. López Obrador preponderó las vidas humanas a la comodidad de proyectar una imagen que no correspondía con la realidad.

La parte contraria, fue una lluvia de quejas y reproches por el tibio actuar del gobierno federal, se hablaba de Estado fallido cuando el estado fallido lo vimos desde Calderón, hubo quien demandó penalmente a AMLO por haber tomado esa decisión y quien exigió que no se detenga la confrontación por nada del mundo, porque hay que proyectar una imagen de poder. Y ahora que se está persiguiendo a los que han dañado al sistema tributario, empezando por los grandes empresarios, hubo quien se quejó bajo la premisa de que son muy valientitos con los “pobres” empresarios, pero muy cobardes con los “delincuentes” narcos. Aunque al parecer uno se siente muy poderoso y crítico de la realidad cuando exige que se desate una guerra en una población a la que no pertenece, para luego llegar a la comodidad de su realidad donde todo el horror cotidiano que viven niños, jóvenes, adultos y personas mayores le es totalmente ajeno, cuestionando eso sí, la otra guerra, la administrativa, donde muchos empresarios se llenan los bolsillos a costa del erario. Es tiempo de dimensionar el poder al que se pretende enfrentar cuando hablamos del México actual y la estrategia que se debe seguir, porque una cosa está clara, el Estado mexicano gobernado por el PRIAN todos estos años se dedicó a enriquecer a sus políticos y allegados y cedió el poder al crimen organizado, ahora esos mismos prianistas salen a reclamar por dejar libre al hijo cuando hicieron lo mismo con el padre en dos ocasiones. Una cosa está claro, la situación no es tan sencilla como si esto fuera una película de Marvel, aunque muchos lean las cosas bajo esa premisa fabulística.

ivimayd@hotmail.com