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Muere Juan Pedro Franco, el hombre más obeso del mundo y tuvo récord Guinness

El equipo médico confirmó la muerte del mexicano Juan Pedro Franco el 24 de diciembre. Alcanzó 595 kilos y logró recuperar movilidad tras cirugías.

Juan Pedro Franco
Juan Pedro Franco

El mexicano Juan Pedro Franco, conocido por haber sido reconocido como el hombre más obeso del mundo, murió el 24 de diciembre a los 41 años en Aguascalientes. Su equipo médico explicó que su estado se complicó por una infección renal con afectaciones sistémicas.

Franco obtuvo un récord Guinness en 2017 al pesar 595 kilos, pero desde 2016 inició un proceso médico con cirugías bariátricas, nutrición, apoyo psicológico y rehabilitación que le permitió volver a caminar, reducir su peso a 182 kilos y recuperar su vida cotidiana. Su caso visibilizó la obesidad como una enfermedad que requiere empatía y tratamiento integral.

El doctor José Antonio Castañeda, cirujano bariatra que formó parte de su tratamiento, explicó que en los últimos días el paciente presentó un deterioro importante derivado de una infección renal que avanzó con complicaciones sistémicas. Franco murió mientras se encontraba hospitalizado.

El especialista detalló que haber vivido durante años con obesidad extrema genera un desgaste significativo en el organismo y aumenta la vulnerabilidad ante distintos problemas de salud, aunque en este caso evitó atribuir causas directas específicas.

Un récord Guinness que marcó su historia

En 2017, Juan Pedro Franco obtuvo el récord Guinness como el humano vivo con mayor peso en ese momento, tras alcanzar 595 kilos. Su condición lo llevó a pasar cerca de ocho años postrado en cama, con complicaciones asociadas a enfermedades como diabetes, hipertensión, linfedema y EPOC, entre otras.

A pesar de ello, su historia dio un giro cuando inició un proceso médico integral que incluyó dietas especializadas, cirugías bariátricas, y un acompañamiento constante con seguimiento nutricional, apoyo psicológico y rehabilitación física.

Fue hacia finales de 2016 cuando su tratamiento comenzó formalmente, en un operativo médico que incluyó su traslado desde Aguascalientes a Guadalajara, debido a que se necesitaban vehículos adaptados para poder transportarlo.

Un año después se le practicó una manga gástrica y posteriormente una conversión a bypass gástrico, estrategia escalonada que permitió una pérdida de peso progresiva. Gracias a ese proceso, Franco recuperó actividades que durante mucho tiempo le habían sido imposibles: volvió a caminar, pudo conducir y retomó una rutina más independiente.

A inicios de este año, su equipo médico registró un peso de 182 kilos, y gran parte de ese peso correspondía ya a exceso de piel. En 2020, incluso logró superar un contagio de covid-19, pese al alto riesgo que implicaba su historial médico.

Una vida marcada por el estigma, pero también por resiliencia

En entrevistas con medios, Juan Pedro Franco compartía que su aumento de peso comenzó desde la infancia, con un ritmo acelerado de crecimiento. Su madre, quien lo cuidó durante años, afirmaba que intentaron múltiples métodos sin lograr frenar el problema. Los médicos señalaban factores como una dieta inadecuada y el descontrol de la tiroides como causas clave de ese aumento.

Franco también relató episodios de bullying y discriminación que incluso lo llevaron a abandonar la escuela, aunque se caracterizaba por enfrentar su historia con sentido del humor y una actitud de superación.

En los últimos años, había logrado trabajar, principalmente preparando alimentos como tacos y salsas, además de compartir recetas en redes sociales. Para su equipo médico, su caso dejó una enseñanza: la obesidad es una enfermedad compleja que debe abordarse con ciencia, empatía y apoyo integral, más allá del estigma.