Internacional

Una deuda de honor

ESTAMBUL, Turquía, 20 de octubre (AFP).- Turquía prometió el sábado que revelará todos los detalles sobre la muerte del periodista saudita Jamal Khashoggi después de que Arabia Saudita admitiera que falleció en el consulado del reino en Estambul, según la prensa estatal.

“Turquía revelará lo que sea que ocurrió. Nadie debería ponerlo en duda”, dijo Omer Celik, portavoz del Partido Justicia y Desarrollo (AKP, en el poder), informó la agencia de noticias Anadolu.

Khashoggi, un colaborador de The Washington Post crítico con el príncipe heredero de Arabia Saudita, fue visto por última vez el 2 de octubre, cuando entró al consulado de su país en Estambul.

Riad reconoció su muerte después de haber mantenido que el periodista había salido vivo del consulado.

Según Celik, Turquía tiene la “deuda de honor” de revelar qué ocurrió.

La policía turca y fiscales rastrearon esta semana tanto el consulado como la residencia del cónsul en Estambul, y personal de la legación diplomática declaró el viernes ante fiscales como parte de la investigación.

Exigen investigación

La ONU y las oenegés pidieron una investigación independiente, Berlín estimó “insuficientes” las explicaciones de Riad sobre las circunstancias de la muerte del periodista y Londres pidió que los responsables sean juzgados por sus actos.

La agencia oficial SPA confirmó la muerte del periodista, citando a la fiscalía que mencionó una “pelea” en el consulado saudita en Estambul. La agencia informó, además, de la destitución de dos altos cargos sauditas y del arresto de 18 sospechosos.

El fiscal general saudita, Sheij al Mojeb, publicó un comunicado sobre lo ocurrido: “Las conversaciones que tuvieron lugar entre él y las personas que lo recibieron en el consulado saudita en Estambul dieron lugar a una reyerta y a una pelea a puñetazos con el ciudadano Jamal Khashoggi, lo que provocó su muerte”.

Al Mojeb no precisó dónde se encuentra el cuerpo de Khashoggi, en tanto que los investigadores turcos continuaron su trabajo.

Ali Shihabi, director de un grupo de reflexión considerado cercano a la monarquía saudita, dio otra versión. “Khashoggi murió estrangulado durante un altercado físico, no como resultado de una pelea a puñetazos”, declaró basándose en las declaraciones de una fuente saudita de alto rango.

Hasta ahora Riad siempre había afirmado que el periodista salió del consulado, al que había entrado el 2 de octubre para hacer unos trámites para casarse.

Tras confirmar su muerte, Riad anunció la destitución de un alto responsable de sus servicios de inteligencia, Ahmad al Asiri, y de un importante consejero de la corte real, Saud al Qahtani, ambos cercanos colaboradores del príncipe heredero.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, declaró por su parte estar “profundamente preocupado por la confirmación de la muerte” de Khashoggi.

La canciller alemana, Angela Merkel, consideró “insuficientes” las explicaciones de Riad y pidió que se revelen las “razones de fondo” de la muerte del periodista.

El ministro de Relaciones Exteriores francés, Jean-Yves Le Drian, estimó que “quedan varias preguntas sin respuesta” y pidió en un comunicado una “investigación exhaustiva y diligente”.

La jefa de la diplomacia de la Unión Europea, Federica Mogherini, reclamó una investigación completa sobre la muerte “extremadamente preocupante” y que los responsables de ella rindan cuentas.

Las conclusiones sauditas no son “dignas de confianza”, indicó por su parte Amnistía Internacional en un comunicado.

Reporteros Sin Fronteras pidió seguir “presionado” a Arabia Saudita boicoteando el foro económico del Golfo (del 23 al 25 de octubre).