Internacional

Nueva tanda de sanciones de EE. UU. a Irán

WASHINGTON, EE. UU., 4 de noviembre (EFE/Reuters).- El Gobierno de Estados Unidos impondrá esta medianoche nuevas sanciones a Irán, anunciadas en mayo pasado cuando Washington abandonó el acuerdo nuclear con Teherán, aunque contempla exenciones para ocho países.

“Las sanciones a Irán son muy fuertes. Son las sanciones más fuertes que ha impuesto jamás nuestro país”, dijo hoy el presidente estadounidense, Donald Trump, en declaraciones a los periodistas.

Esta nueva batería de sanciones, la segunda contra Irán por parte del Ejecutivo estadounidense desde mayo, tendrá en su punto de mira los sectores energético, financiero y naval de la República Islámica, y penalizará a las empresas de todo el mundo que compren petróleo iraní.

El secretario de Estado estadounidense, Mike Pompeo, explicó el viernes que EE. UU. planea eximir de manera temporal de ese castigo a un máximo de ocho países o “jurisdicciones” territoriales, que en los últimos tiempos han trabajado para “reducir a cero” sus importaciones de petróleo del país persa.

“Hay una serie de lugares donde los países han hecho ya reducciones significativas en sus importaciones de petróleo crudo y necesitan un poco más de tiempo para llegar a cero, y vamos a darles ese tiempo”, explicó hoy Pompeo en una entrevista con la cadena Fox News.

Pompeo no identificó los países que se beneficiarán de la exención durante seis meses, pero se espera que entre ellos estén China, India, Japón y Corea del Sur, según The New York Times.

Con motivo de esta segunda ronda, el Departamento del Tesoro estadounidense incluirá más 300 nuevas entidades a su lista negra, aparte de otras 400 que volverán a ella tras haber salido en 2015 cuando se puso fin a las sanciones con Irán, en virtud de la firma del acuerdo nuclear, conocido como Plan Integral de Acción Conjunta (JCPOA, por sus siglas en inglés).

Las presuntas violaciones de ese pacto, así como la “influencia maligna” que ejerce el “régimen” iraní en Oriente Medio, han sido los principales argumentos esgrimidos por la Casa Blanca desde hace meses para justificar las sanciones, que no han contado con el respaldo de la comunidad internacional.

A pesar de esta campaña de presión, Irán lejos de amedrentarse puso en duda en la última semana la viabilidad de las sanciones, y su presidente, Hasan Rohaní, opinó que Washington podría estar considerando dar “marcha atrás” en su decisión.

“El nuevo plan de EE. UU. contra Irán definitivamente fracasará y están retrocediendo. Primero dijeron que iban a reducir las exportaciones petroleras de Irán a cero; después que a cero no era posible en el mes de noviembre; y luego poco a poco dijeron que quieren disminuirlo”, dijo Rohani el miércoles pasado.

Hace dos días, Pompeo recalcó que el objetivo es “privar” al Gobierno iraní de los recursos necesarios para seguir financiando el terrorismo en el mundo, y subrayó que el presidente Trump no quiere perjudicar al pueblo iraní.

Conmemoran toma

de embajada de EE. UU. en Irán

Una multitud de iraníes se manifestó el domingo con cánticos de “Muerte a Estados Unidos” para conmemorar el aniversario del asalto a la embajada estadounidense durante la Revolución Islámica de 1979 y protestar contra la inminente reimposición de las sanciones contra el vital sector petrolero.

Las marchas con los cánticos “Muerte a Estados Unidos” se celebran cada año en el aniversario de la toma de la embajada, pero en esta ocasión la tensión entre Washington y Teherán es especialmente fuerte tras la decisión tomada por Trump en mayo de retirarse del acuerdo nuclear firmado por las potencias mundiales en 2015 y reimponer las sanciones contra Irán.

Entre los actos celebrados por el aniversario del asalto a la embajada destacó una exposición de viñetas llamada “Donald Salman”, en referencia a los estrechos lazos entre el presidente de Estados Unidos y el rey Salman, que gobierna Arabia Saudita, archirrival de Irán en la lucha por la preeminencia regional.

La restauración de las sanciones estadounidenses a partir del lunes contra las ventas petroleras y el sector bancario iraní forma parte de un amplio esfuerzo de Trump para obligar a Teherán a detener por completo su programa nuclear y de misiles balísticos, así como su apoyo a fuerzas aliadas en varios conflictos que afectan a Oriente Medio.