Internacional

Dramática audiencia

WASHINGTON, EE.UU., 27 de septiembre (EFE/AFP/AP).- Brett Kavanaugh, el nominado por el presidente de EE.UU., Donald Trump, para el Tribunal Supremo aseguró hoy ante los senadores que las acusaciones vertidas contra él por su supuesta víctima, Christine Blasey Ford, son “una vergüenza nacional”.

“El proceso de confirmación se ha convertido en una vergüenza nacional”, dijo Kavanaugh en su discurso inicial ante el Comité Judicial del Senado, órgano que debe recomendar o no su candidatura al resto de la Cámara.

Kavanaugh rechazó de nuevo las acusaciones: “Niego categórica e inequívocamente la alegación contra mí de la señora Ford (...). Vengo aquí a limpiar mi nombre”.

Visiblemente enfadado, el juez remarcó que le pueden derrotar “en un voto final”, pero insistió en que no conseguirán que “renuncie” a la nominación para el máximo tribunal estadounidense.

“Mi familia y mi nombre han sido total y permanentemente destruidos”, subrayó Kavanaugh.

Las declaraciones del juez, que llegó al Capitolio cogido de la mano de su esposa, se producen después de la comparecencia de Ford, quien afirmó que está segura al “cien por cien” de que Kavanaugh fue el joven que trató de abusar sexualmente de ella en una fiesta en 1982 cuando ambos eran adolescentes.

“No estoy cuestionando que ella haya sido asaltada sexualmente por alguien, pero yo no fui”, agregó Kavanaugh.

El magistrado incidió en la presunción de inocencia y cuestionó cómo se gestionan acusaciones de abuso sexual en el país, aunque precisó que deben tomarse en serio.

“Si todo americano que tomó cervezas es acusado de abuso sexual y es presumiblemente culpable, estamos en un terreno horrible”, afirmó.

Kavanaugh también comentó que nunca esperaba que el proceso de confirmación se convirtiera en “lo peor” que han vivido él y su familia, y acusó a los demócratas del comité de que por su culpa ya no vaya a poder hacer cosas que le encantaban hacer.

“Me encanta enseñar Derecho y gracias a lo que han hecho algunos en este comité quizá nunca más pueda hacerlo. (...) Adoro entrenar (baloncesto a niños) y gracias a lo que han hecho quizá nunca más pueda hacerlo”, lamentó el juez.

La audiencia en el Senado ante la mirada atenta de todo el país se produce mientras aumenta la presión para que se posponga el voto de confirmación en la Cámara Alta, donde los republicanos cuentan con leve mayoría, ante las nuevas denuncias que han aparecido contra el juez.

Acusadora defiende fidelidad de sus recuerdos

En su testimonio este jueves, Ford habló brevemente sobre los mecanismos de la memoria. Los expertos dicen que lo hizo acertadamente.

Cuando se le preguntó el jueves cómo podía estar segura de que Kavanaugh fue el que le cubrió la boca con la mano para impedir que gritase, la psicóloga de profesión citó los niveles de mensajeros químicos llamados noradrenalina y adrenalina en su cerebro en el momento del ataque.

Dijo que esas sustancias químicas ayudaron a codificar recuerdos en una región del cerebro llamada el hipocampo, por lo que el recuerdo principal quedó “fijo ahí”, mientras que otros detalles “se fueron a la deriva”.

Más adelante, dijo que un recuerdo de Kavanaugh y otro adolescente riéndose durante el ataque estaba “indeleble en el hipocampo”.

Los recuerdos no son registros muy detallados y objetivos de acontecimientos, a los que se tiene acceso con exactitud perfecta. Están formados por creencias y expectativas. Por esa razón, le dijeron expertos a The Associated Press la semana pasada, tanto Ford como Kavanaugh, que niega que haya ocurrido el ataque sexual, pudieran creer firmemente lo que dicen.

Expertos en memoria y el cerebro dijeron que la explicación de Ford de los mecanismos de la memoria es correcta en lo general. Los niveles cerebrales de las substancias que ella mencionó suben cuando la persona está alarmada y ayudan a los recuerdos a radicarse más firmemente en el hipocampo, dijo Elizabeth Phelps, psicóloga de Harvard.

“Creía que me iba a violar. Grité. Cuando lo hice, Brett me tapó la boca con la mano. Era difícil respirar. Y pensé que Brett me iba a matar accidentalmente”, narró ante los senadores, con la voz quebrada y visiblemente afectada.

“Estoy aquí hoy no porque quiera. Estoy aterrada. Estoy aquí porque creo que es mi deber cívico decirles lo que me sucedió mientras Brett Kavanaugh y yo estábamos en la escuela secundaria”, dijo la mujer ante los legisladores.

Ford confesó haber “agonizado” durante meses desde que supo de la nominación de Kavanaugh al Supremo, tratando de reunir el valor para hacer pública su historia.

Enfatizó que ella trató de informar de los hechos antes de que Kavanaugh fuera oficialmente nominado por Trump el 9 de julio, ya que este se encontraba en una lista de posibles aspirantes al Supremo, pero indicó que no supo cómo hacerlo y que recibió consejo de amigos.

“Me encontraba en estado de pánico porque sabía que la fecha se acercaba (...). Me aconsejaron que contratara a un abogado y yo no sabía por qué”, narró Ford, quien destacó que quería preservar su anonimato.