Internacional

Ante el monstruo de la violencia machista

PARIS, Francia, 22 de noviembre (EFE).- Francia, considerada mucho tiempo un bastión de la igualdad de género, abre los ojos ahora a la lacra de la violencia machista cuando la cifra de mujeres muertas a manos de sus parejas está aumentando por segundo año consecutivo.

Expertos, psicólogos y asociaciones coinciden en señalar que el país ha vivido durante años de espaldas a esta realidad, a la que ni siquiera está dando respuesta el Gobierno de Emmanuel Macron que ha hecho de la igualdad uno de los pilares de su mandato.

Falta de medios

Cuando el Gobierno anunció recientemente un presupuesto de 1.100 millones de euros en 2020 para combatir la desigualdad entre hombres y mujeres, las asociaciones feministas reclamaron 1.000 millones al año específicamente para luchar contra esa violencia machista.

Si se examinan en detalle, de la cifra del Ejecutivo, un 75 % del presupuesto anunciado es para cooperación internacional.

A modo de comparación, frente a los 220 millones de euros que España ha asignado en 2019 a la lucha contra la violencia conyugal, el gasto de Francia (que tiene una población más de un 40 % superior) se limita a 79 millones.

La asociación ‘Nous Toutes’, organizadora de la marcha de este 23 de noviembre con motivo del Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la mujer, reprocha al Gobierno haber anunciado, por ejemplo, la creación de 560 plazas de acogida a mujeres víctimas de violencia. Sin embargo, ninguna de las entidades que controlan estos alojamientos han visto ampliaciones.

“Ha habido cambios en la ley pero muy poca aplicación y los problemas que existían hace diez años siguen existiendo”, constata la psicóloga especializada en violencia sexista, María Eugenia Uriburu, investigadora para la Universidad de París Diderot.

Se disuade de denunciar

Por las vivencias de algunas de sus pacientes, Uriburu comprueba incluso los numerosos casos en que se disuade a las víctimas de denunciar.

“Sobre todo - precisa - fuera de los horarios en los que hay personal formado, pero también porque el policía desvaloriza o minimiza la gravedad. En ocasiones no se da a la mujer ni el documento que le permite presentarse al forense para ser examinada”.

Este mismo mes, el vídeo de la hija de Sylvia Walter, una mujer de 40 años asesinada por su marido en la localidad de Oberhoffen-sur-Moder (noreste de Francia), ha circulado por Twitter y servido para ilustrar un hecho inquietante: un tercio de las mujeres asesinadas en 2018 había denunciado el maltrato.

“Nadie nos ayudó. Solo nos decían: ‘Denuncie, señora, debería dejar su casa’. Pero ella les decía: ‘Es mi casa, tengo mi vida allí, no me puedo ir’. Así que la acompañaban al sofá y le daban las buenas noches, sin seguridad de si al día siguiente se despertaría”, se quejaba su hija.

Hay casos de mujeres asesinadas que habían llamado a la policía que nunca llegó; visitas a la comisaría que acabaron con frases como “ojo, si denuncia podría perder la custodia de sus hijos”; acoso continuado del agresor pese a estar condenado; etc.

Uriburu lamenta que muchos consideren que crímenes cometidos en plena calle a plena luz del día o palizas repetidas durante años, son “problemas de la pareja”. “Es importante hablar para no olvidar y para poder actuar”, zanja.

En Italia

Un hospital de Milán, Italia, exhibe las radiografías de mujeres que fueron agredidas por hombres a fin de subrayar lo que una doctora catalogó como el “horror diario” de la violencia contra las mujeres.

El Hospital San Carlo montó la exhibición en su atrio para coincidir con el Día Internacional para la Eliminación de la Violencia contra las Mujeres, que se celebra el lunes.