Internacional

La paja en el ojo ajeno

Pedro Díaz Arcia

Al referirse a un informe del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública de México, el presidente Donald Trump dijo en su cuenta de Twitter que lamentaba el aumento de los homicidios en México en 2018, que contribuye “a las crisis humanitarias” en la zona y luego se extienden. “Peor aún que Afganistán. La mayoría provocadas por las drogas”.

El gobernante manipuló los datos, como tantas veces, para acercar el brasero a su caldo. Pero en relación con Afganistán, se conoció que el magistrado alemán, Christoph Flugge, presentó su renuncia como juez de la Corte Penal Internacional de la ONU (CPI), luego de amenazas provenientes de funcionarios estadounidenses.

Incluso, el asesor presidencial de seguridad nacional de Estados Unidos, John Bolton, prometió que tomará represalias contra los jueces que investigan las denuncias sobre presuntos crímenes de guerra cometidos por militares norteamericanos en la nación centroasiática. Flugge participó recientemente en estas pesquisas. Sus temores son fundados.

¿Cómo es posible que hable de “crisis humanitarias” quien las crea? ¡Qué diferencia con la política humanista, respetuosa y solidaria del pueblo mexicano y de su gobierno respecto a esos “traficantes, violadores y asesinos”!

Según cifras ofrecidas el pasado 17 de enero por la Oficina del inspector general del Departamento de Salud y Servicios Sociales de Estados Unidos, en diciembre de 2018, un total de 2.737 niños separados de sus padres o custodios fueron identificados; cuando se desconocía la localización de otros miles de pequeños, debido a la política “tolerancia cero” con la migración ordenada por Washington un año antes. No obstante la orden de una corte de distrito estadounidense, que requirió la identificación de los menores y la reunificación con sus padres o tutores, aún no se sabe cuántos se encuentran en cautiverio.

La prepotencia imperial se muestra nuevamente en el siguiente pasaje: “¿Qué diablos está pasando con el calentamiento global? Por favor, vuelve rápido, ¡te necesitamos!”, tuiteó el presidente Trump ante la ola de frío que afecta a zonas del país. La respuesta llegó de la propia Administración Nacional Oceánica y Atmosférica de Estados Unidos: “Las tormentas de invierno no prueban que el calentamiento global no esté ocurriendo”.

Es que Estados Unidos no es el mundo, sino “una parte muy pequeña del planeta”, y puede sufrir estas eventualidades mientras se eleva globalmente la temperatura que, inducida principalmente por el hombre, puede provocar inviernos más crudos. Una ráfaga de aire caliente procedente de Marruecos y que impactó al Polo Norte el mes pasado, habría causado esta eventualidad de acuerdo a la argumentación de los expertos en la materia.

Pero el magnate, que no cree en la “imaginería científica, puede deducir que si es Marruecos -y no el calentamiento global- el culpable del frío que sufren estados de la Unión: la solución está en dejar caer unos misiles atómicos sobre la nación africana y “sanseacabó”; con el visto bueno de Bolton, que ebrio también de poder, acaba de instar al presidente legítimo de Venezuela a que se acoja a una “tranquila jubilación”. ¡Cuidado con los coqueteos políticos con Washington…que nunca salen baratos!

Respecto a Trump, es imposible que un ignorante razone. Sería como discutir sobre Herodes con una piedra.