The Guardian.- El Congreso Nacional Africano celebró su victoria en las elecciones nacionales en Sudáfrica el sábado, aunque los resultados oficiales subrayaron la enorme tarea que enfrenta el presidente, Cyril Ramaphosa.
El ex activista sindical y magnate de 66 años, que tomó el poder el año pasado, había pedido a los votantes que respaldaran sus esfuerzos para erradicar el injerto y la incompetencia dentro del partido gobernante, e impulsar las medidas para impulsar la economía de Sudáfrica.
El anuncio formal de los resultados se produjo a las 18.30 hora local en una ceremonia en Pretoria, la capital administrativa.
El oficial electoral en jefe, Sy Mamabolo, dijo que las elecciones habían sido difíciles de organizar, pero la nación le había mostrado al mundo que, a pesar de las diferencias, podía unirse. "Las elecciones fueron un homenaje a la gente de Sudáfrica que sigue mostrando un hambre insaciable por la democracia", dijo Mamabolo.
Los resultados finales colocaron al ANC en un 57,5%, la primera vez que la participación del partido ha caído por debajo del 60% en las elecciones nacionales desde las primeras encuestas gratuitas del país en 1994. El ANC ganó con casi el 70% de los votos en 2004 y el 62% en 2014.
Algunos analistas lo describieron como un "desempeño decente" que podría ayudar a Ramaphosa a impulsar los cambios.
Sin embargo, otros creen que la puntuación no llega a un respaldo rotundo del presidente y creen que Ramaphosa todavía tendrá problemas para enfrentarse a facciones dentro del ANC que se oponen a su liderazgo y su agenda reformista. Los funcionarios del partido han hablado de una "crisis moral" dentro del partido.
El jefe de elecciones del ANC, Fikile Mbalula, dijo a los reporteros el jueves por la noche que si Ramaphosa no hubiera expulsado a su predecesor, Jacob Zuma, como líder tanto del partido como de la nación durante una feroz lucha por el poder a fines de 2017 y principios de 2018. , el ANC podría haber encuestado tan bajo como 40%. La regla de nueve años de Zuma estuvo marcada por un fuerte declive económico y una serie de escándalos de corrupción.
El partido de oposición de centro-derecha no logró grandes avances, con una encuesta del 20,77%. La izquierda radical Economic Freedom Fighters, fundada hace seis años por el ex líder juvenil del ANC, Julius Malema, ocupó el tercer lugar con un 10.79%, cuatro puntos porcentuales más que en 2014.
"Se le está dando una oportunidad al ANC", dijo el analista político Lumkile Mondi. "Esta es una oportunidad para que ellos se reencarnan".
Algunos de los mejores resultados para el ANC se obtuvieron a nivel provincial. El partido se mantuvo en ocho provincias. Esto incluyó una victoria estrecha en Gauteng, la provincia más rica que incluye las principales ciudades de Johannesburgo y Pretoria, donde el ANC perdió terreno en las elecciones municipales en 2016.
La economía de Sudáfrica creció solo un 0,8% en 2018 y el desempleo oficial ronda el 27%, y es más del 50% entre los jóvenes. Muchos votantes están enojados por los servicios fallidos, la corrupción, los altos niveles de delincuencia y la falta de acción contra los funcionarios corruptos.
Cerca de 26.8 millones de personas se registraron para votar el miércoles, de las cuales el 65% resultó.