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Mueller niega que investigación exonere a Trump

WASHINGTON, EE.UU., 29 de mayo (AFP/REUTERS/EFE).- El fiscal especial Robert Mueller negó el miércoles que su informe sobre la injerencia de Rusia en la campaña electoral de 2016 exonerara a Donald Trump de obstrucción a la justicia, pero dijo que las políticas del Departamento de Justicia le impidieron acusar al presidente estadounidense.

“El informe es mi testimonio”, dijo Mueller.

De esa forma, Mueller dejó el tema en manos del Congreso, donde un creciente grupo está clamando por iniciar un proceso de destitución.

En su primera declaración luego de supervisar por dos años la investigación, Mueller dijo que, tras detallar al menos 10 posibles actos de obstrucción de la justicia por parte de Trump, no era posible asegurar que el mandatario no cometiera ningún delito.

Las conclusiones de Mueller confundieron al público tras la publicación por primera vez de un resumen de las 448 páginas de su informe. Cuatro páginas realizadas por el fiscal general, William Barr, con las que Trump declaró su exoneración total.

Mueller, quien leyó un comunicado y no aceptó preguntas, compareció así por primera vez en público para comentar la investigación de la trama rusa.

“Estoy hablando hoy porque nuestra investigación se ha completado. El fiscal general ha hecho el informe público en gran parte, estamos cerrando formalmente la oficina del fiscal especial y, asimismo, estoy dejando el Departamento de Justicia”, remarcó el exdirector del FBI.

Mueller intentó aclarar que había actuado obligado por las políticas del Departamento de Justicia de que a un presidente en ejercicio no se le puede acusar de un delito, sin importar cuán sólidas sean las pruebas.

Dijo que el caso dependía ahora del Congreso, donde su declaración provocó inmediatamente nuevos llamados demócratas para iniciar un proceso de juicio político hacia Trump.

El Congreso de Estados Unidos responderá a los “crímenes y mentiras” del presidente Donald Trump, prometió el legislador demócrata Jerry Nadler, presidente del Comité Judicial de la Cámara baja.

“Debido a que el fiscal especial Mueller no fue capaz de perseguir cargos criminales contra el presidente, le corresponde al Congreso responder a los delitos, mentiras y otras malas prácticas del presidente Trump, y lo haremos”, afirmó.

La líder demócrata en el Congreso, la presidenta de la Cámara de Representantes, Nancy Pelosi, se mostró cautelosa sobre lanzar un proceso políticamente complicado 18 meses antes de las próximas elecciones presidenciales.

“El Congreso continuará investigando y legislando para proteger nuestras elecciones y asegurar nuestra democracia. El pueblo estadounidense debe saber la verdad”, dijo Pelosi, evitando cualquier mención de un “impeachment” (enjuiciar).

Presión para el “impeachment”

Mueller realizó su breve declaración televisada mientras anunciaba su renuncia al cargo de fiscal especial y su retirada del servicio público.

En su informe, publicado el 18 de abril, Mueller se negó a decidir si el propio Trump había cometido un delito de obstrucción.

“Cuando un sujeto de una investigación obstruye esa investigación o le miente a los investigadores, golpea el núcleo del esfuerzo del gobierno por encontrar la verdad y culpar a los responsables”, dijo.

La declaración de Mueller se produce en momentos en que los demócratas en el Congreso presionan por su testimonio sobre la investigación de Rusia, como un posible apoyo en los esfuerzos de destitución contra el presidente.

Pero Mueller dejó en claro que no desea testificar, argumentando que era su “posición final” y que sería inapropiado hablar más al respecto.

“Espero que esta sea la única vez que hable sobre este asunto”, dijo. “Tomo esa decisión personalmente, nadie me ha dicho si puedo o debo testificar o hablar más sobre este asunto”.

Mueller concluyó su declaración reiterando la que considera que es la conclusión central de su investigación: “Hubo múltiples y sistemáticos esfuerzos para interferir” en las elecciones presidenciales de 2016.

El cargo de obstrucción a la Justicia estuvo también detrás del intento de juicio político al expresidente Bill Clinton (1993-2001) y de la dimisión de Richard Nixon (1969-1974), que abandonó la Casa Blanca ante la certeza de enfrentarse a un proceso de este tipo.