Pedro Díaz Arcia
La quinta edición del Foro Económico Oriental, que se inició el miércoles en la ciudad rusa de Vladivostok, concluyó el viernes. A la cita asistieron representantes de 65 países, unas 450 empresas y más de 8,500 personas. En el evento se suscribieron convenios por 3.4 billones de rublos (unos 51,000 millones de dólares), superior a lo alcanzado en 2018.
La reunión tuvo el objetivo de destacar las perspectivas de una rica región que se abre a un desarrollo promisorio bajo los auspicios de Moscú. Durante la cita se produjeron encuentros dignos de atención. El presidente ruso, Vladimir Putin, y el primer ministro indio, Narendra Modi, suscribieron un paquete de acuerdos en materia de inversiones, comercio, industria y también en la esfera militar. El documento recoge el uso por ambos Estados de sus monedas nacionales en el intercambio comercial.
El premier Modi anunció la intención de dar un crédito por 1,000 millones de dólares para desarrollar el Lejano Oriente ruso; y que redundará en beneficio de su país. Un acuerdo relevante es el suministro a India de armas y equipos militares rusos por un monto que ascenderá a 14,500 millones de dólares; mientras Nueva Delhi producirá repuestos para armas y equipos rusos.
India es un gran inversionista en los proyectos de petróleo y gas de Sajalín, de carbón en el Lejano Oriente, y en los recursos energéticos del Artico Ruso y la Ruta Marítima del Norte. Al respecto, la compra de la compañía india Essar Oil por parte de la empresa rusa Rosneft, que ascendió a los 13,000 millones de dólares, es un convenio sin precedentes en el mercado local.
En otro orden de temas destacados, tras el acuerdo alcanzado en mayo pasado entre Rusia e India sobre el suministro de sistemas antimisiles aéreos S-400 por un valor de unos 6,000 millones de dólares, a fines de agosto el gobierno indio desembolsó el anticipo requerido para la entrega de las baterías, según la agencia rusa para la cooperación militar (FSVTS). Obviando las amenazas de Washington de aplicar la Ley para Contrarrestar a los Adversarios de Estados Unidos a través de Sanciones. India es el tercer país que obtiene estos misiles antiaéreos después de China y Turquía. A propósito, el gobierno de Ankara, en palabras de su Canciller, afirmó que Turquía es un país independiente para elegir sus armas.
Por su parte, el primer ministro japonés, Shinzo Abe, en una rueda de prensa conjunta con Vladimir Putin, expresó en Vladivostok que ambos países “tienen que crear su futuro juntos”; aseguró que analizan en qué áreas y cómo pueden colaborar con más eficiencia en una docena de proyectos rusos, para agregar que las relaciones bilaterales “no poseen límites”. Sólo los que ponga Washington.
Además, Abe abogó por la concertación de un tratado de paz entre Japón y Rusia. Putin dijo estar dispuesto al avance hacia el tratado a partir de la declaración de 1956. Ambos países no han firmado un pacto de paz luego de la Segunda Guerra Mundial. El conflicto por las islas Kuriles, en el Pacífico, es un histórico obstáculo; también, según el mandatario ruso, existen “asuntos militares y de defensa y de seguridad” en las que se debe tomar en cuenta la posición de terceros países, incluido Estados Unidos.
El Foro Económico Oriental es un signo de nuevos tiempos.
No creo que la Casa Blanca se cruce de brazos ante lo que considera un concurso de competitividad desleal; en momentos en que atraviesa un proceso de oligarquización que puede anticipar un Estado empresarial neofeudal.