CIUDAD DE MEXICO, 11 de septiembre.- En el Proyecto de Presupuesto de Egresos de la Federación (PPEF) 2020, la región sur-sureste del país se erige como la principal prioridad del gobierno que encabeza Andrés Manuel López Obrador, al albergar grandes obras de inversión.
Si bien el PPEF prioriza el uso del gasto público hacia los programas sociales con el fin de reducir las desigualdades económicas, sociales y regionales en México, según la administración federal, los proyectos trascendentales que tienen mayor incidencia en los determinantes del crecimiento de la economía mexicana estuvieron ausentes en otras zonas del territorio nacional.
Esta apuesta por el sur-sureste en el presupuesto del próximo año es la continuidad del Plan Nacional de Desarrollo (PND) 2019-2024, en el cual se manifiestan los tres grandes proyectos regionales: Tren Maya, Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec y la zona libre de la frontera norte del país.
Dos proyectos pertenecen a la región sur-sureste, sumándose la Refinería de Dos Bocas (para el ejercicio 2020, la inversión financiera es de 41,300 millones de pesos) y el Pacto Oaxaca, mediante el cual nueve entidades buscan un intercambio de prácticas de desarrollo industrial, económico, de infraestructura, social, rural y urbano.
En la exposición de motivos del PPEF, en el apartado Prioridades de inversión 2020, se indica que, con base en los objetivos del PND, “el gobierno de México implementa una estrategia de construcción de infraestructura que propicie un desarrollo sostenible y sustentable”.
“Los proyectos estratégicos de infraestructura del actual gobierno de México están orientados a detonar el desarrollo en zonas con mayor rezago social; buscan propiciar mayor equidad entre las diversas regiones del país”, se lee en el documento.
Sin embargo, aclara que en el marco de las prioridades de la presente administración se contempla impulsar la inversión de proyectos de infraestructura, especialmente en el sur-sureste.
La principal obra del gobierno de López Obrador es el Tren Maya, proyecto que contempla la construcción de 1,475 kilómetros de vía férrea, y al menos 16 estaciones a lo largo de Campeche, Chiapas, Quintana Roo, Tabasco y Yucatán.
Su objetivo es reducir los costos de trasporte de pasajeros y de carga en la región, crear nuevos polos de desarrollo y propiciar el establecimiento de industrias que aprovechen las nuevas ventajas de conectividad de la zona. El PPEF 2020 propone una asignación de 2,500 millones de pesos para provisiones en el desarrollo de la vía. Su costo total será de alrededor de 150,000 millones de pesos.
La otra gran obra es el Corredor Interoceánico del Istmo de Tehuantepec, cuyo fin, con figura de organismo público descentralizado, es instrumentar una plataforma logística en la zona del istmo para eliminar las fallas en la interconexión entre los puertos de Coatzacoalcos, Veracruz, y de Salina Cruz, Oaxaca.
El corredor beneficiaría a los habitantes de 46 municipios de Oaxaca y 33 de Veracruz.
Caminos
En materia carretera, el sur-sureste también se verá beneficiado. En el PPEF se contempla el Programa de Conservación de Caminos Rurales (Oaxaca), con la construcción de 45 caminos pavimentados mediante la propuesta de destinar para el 2020 un total de 2,500 millones de pesos, así como la ampliación de la carretera Palenque-Catazajá, a través de 119 millones de pesos para continuar con las obras.
Inyección hídrica
Uno de los ejes del PPEF 2020 es el agua. Nuevamente, centro y norte son los beneficiados.
Para el rescate y rehabilitación del Lago de Texcoco, se considera una asignación de 586 millones de pesos; la Presa Libertad, Nuevo León, con un costo total de 5,130 millones de pesos, tendrá una partida de recursos fiscales por 378 millones; para el mantenimiento del Sistema Cutzamala y Sistema de Drenaje del Valle de México, se conciben más de 1,000 millones.