Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- Dos informaciones, una suscrita por el reportero Aldo Munguía, la otra en la sección De Jefes (en El Financiero: l/VIII/19); mas otra de César Arellano y Susana González (La Jornada, de la misma fecha), nos pusieron al tanto de cómo la empresa Interjet dejó a más de 30 mil pasajeros sin abordar su vuelo, con todo y boleto pagado; y Profeco, sobre la marcha, no intervino. Primero para sancionarla y acto seguido obligarla a embarcar a sus pasajeros cuanto antes, a quienes dañó económicamente ya que no pudieron llegar a sus destinos la fecha convenida de antemano. Alegó Interjet-Alemán Magnani que tenía problemas “operacionales”, aunque la verdad es que sus empleados, desde pilotos y sobrecargos como personal administrativo, han estado siendo explotados laboralmente y se encuentran nuevamente en paro debido a la pillería empresarial, que se negaba a cumplir con sus obligaciones. El júnior Alemán tercero, actúa con base en el fuero de la impunidad y por eso en el período vacacional dejó a sus clientes varados en el Aeropuerto.
II.- Así que blindado por la impunidad, poco le importan sus trabajadores y mucho menos sus clientes que padecieron las consecuencias de los servicios suspendidos. Este Alemán se ha enriquecido con su línea aérea que no paga los 92 millones que debe erogar por el uso del espacio de entrada y salida del aeropuerto, como lo informó Aldo Munguía en El Financiero de fecha arriba ofrecida. No es un empresario del neoliberalismo económico, sino de la rapiña que goza de la tradicional impunidad. Su padre, el hijo del ex presidente Miguel Alemán Velasco, lo hizo capitalista y es su guía por paternalista y para cuidar el capital, ya que ambos marchan como siameses para ganar dinero. Interjet despliega una publicidad muy costosa y por eso su carnada le hace pescar clientela; y constantemente sobrevende los vuelos, además de que ha reducido su plantilla laboral. Es así que en este período vacacional, sin ningún miramiento suspendió vuelos con justificaciones que pretendieron encubrir la verdad.
III.- La verdad es que Miguelito Tercero ha creado problemas laborales con el personal de la empresa, entre otros motivos por cubrir con pocos de ellos los vuelos, no respetando los descansos. Esto ha sido parte de la pillería alemanista. No sabemos de dónde –aunque sospechamos– salió la inmensa fortuna del hijo y del padre, porque su abuelo que se enriqueció no les dejó lo que tienen. Por lo pronto más de 30 mil clientes fueron abandonados en las salas de los aeropuertos porque sobre la marcha la Profeco no intervino para corregir semejante cinismo. Y multar a esa línea aérea obligándola a pagar los daños que causó; y que, aún con todo y multa al pseudoempresario esos daños son irreparables. Aunque todos aquellos que perdieron su vuelo en el tiempo en que lo necesitaban, se pusieran a leer la novela: En busca del tiempo perdido. Es a esos millonarios a los que la administración federal debería sancionar por sus tropelías y, en este caso, quitarle inmediatamente la concesión a Interjet.
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