Quintana Roo

Turista extranjera se dice robada

Por Yolanda Gutiérrez

 

ISLA MUJERES, 13 de noviembre.- Extraño caso de una turista extranjera que asegura que le sustrajeron una cartera de su bolsa mientras disfrutaba de un masaje, aunque todo apunta que organizó tremendo escándalo y recurrió a las fuerzas del orden solo para no pagar el servicio, algo que lamentablemente no es la primera ocasión que sucede en el destino.

Según la versión de la agraviada, aceptó un masaje en una de las cabañas de masaje de la playa y cuando terminó el servicio y tomó su bolso para pagar, encontró con que la cartera había desaparecido.

De inmediato acusó a los empleados del spa, quienes indignados, se dijeron dispuestos a que la cliente revisase toda la cabaña e incluso a las personas, en caso de que sospechase que pudieran tener su dinero.

Aunque la visitante se hospeda por algunos días en Isla Mujeres, lo único que pedía era que la llevasen al hotel de Sac-Bajo en el que se aloja, sin mencionar en ningún momento la posibilidad de interponer una demanda; además proporcionó su número de teléfono al personal de Turismo para que, en caso de aparecer su cartera, pudieran comunicarse y devolvérsela.

Pero lo que más llamó la atención de policías, personal del spa, trabajadores de Turismo que acudieron a resolver el problema y mirones que se acercaron a ver qué pasaba, fue la tranquilidad con la que la turista relataba los hechos, sin alterarse en lo mínimo.

Una de las personas que se encontraba de curiosa comentó que a ella una vez se le perdió una cartera con mil pesos y no podía dejar de llorar del disgusto, con más razón alguien que no está en su país y le roban la suya, por lo menos estaría alterada.

La visitante explicó que abordó un taxi desde el hotel Izla, en Sac-Bajo hasta Aluxes y de allí, alguien que no conocía le proporcionó un raid en un carrito de golf hasta la playa, donde la dejó.

Al cuestionarle si no pudo haber sido la persona del carrito quien le robó su cartera aprovechando una distracción, negó la posibilidad, aferrada a que por fuerza tuvo que ser alguien del spa; luego volvió a pedir que la llevasen a un taxi, que pagaría de regreso en el centro de hospedaje y se retiró quizá saliéndose con la suya, pues no pagó ni un peso por el masaje.

Fuentes de la Dirección de Turismo señalaron, respecto al extraño hurto que, aunque sin ser demasiado habitual, no es la primera vez que un visitante quiere pasarse de listo y acusar de robo al empleado de algún negocio, para evitar pagar el servicio o consumo.