Quintana Roo

Pescadores, sin poder trabajar

Por Yolanda Gutiérrez

 

En plena temporada de frentes fríos, los pescadores se enfrentan a  continuas restricciones a la navegación menor que impiden a los hombres de mar salir a trabajar de manera habitual, teniéndose que limitar a los momentos en los que la autoridad marítima permite la actividad para buscar el sustento diario. Aunque por lo general tras un “norte” no se alejan de la costa, conscientes que en el Caribe la marejada es fuerte al menos hasta dos días después de desaparecido el fenómeno.

Hombres de mar que laboran en Puerto Juárez comentaron que los mayores problemas a los que se enfrentan en esta época del año son los cierres de puerto, que en ocasiones se prolongan por más de una semana, además del excesivo costo del combustible, que se refleja considerablemente en su actividad cotidiana, en virtud que cada día deben alejarse más para encontrar el producto (lo que en sí, es otro problema).

Tras llevar a cabo un recorrido por el área de Puerto Juárez donde se ubican los pescadores independientes, se pudo constatar que prácticamente todas las lanchas, casi todas de menos de 40 pies de eslora, permanecían atracadas o fondeadas a la espera de una mejora en las condiciones climáticas, algunas con los aperos a bordo.

“La pesca está cada día peor, hay que adentrarse mucho mar adentro para conseguir algo y en ocasiones la captura no compensa siquiera lo que se ha invertido en carnada, gasolina, hielo y alimentos, a veces regresamos con ocho o diez kilos de escama nada más, lo malo es que en esta época del año los cierres de puerto son bastante frecuentes y así no se puede trabajar”, fue el comentario de uno de los hombres de mar.

En tanto que un pequeño grupo de pescadores dijeron que un problema muy grande que enfrentan muchos compañeros es que, “solamente las cooperativas tienen permisos para la captura de langosta”.

“Aquí hay unos cuantos compañeros que trabajan para cooperativas de Isla Mujeres y sí pueden capturar langosta, pero la mayoría nos encontramos supeditados a la pura escama y ahora que comience la veda del mero y sus derivados, la verdad sí vamos a pasar bastantes apuros porque son pocas las especies que nos dejan y la mayoría ni se encuentran en aguas cercanas a la costa”, dijo uno de ellos.

Otro comentó que los malos tiempos les benefician porque, cuando otra vez hay calma, incrementa la producción de langosta y de escama y por lo general no es necesario alejarse mucho para obtener una buena captura. Y lamentó la falta de apoyos para los hombres de mar que no pertenecen a ninguna cooperativa.