Por Luis Enrique Cauich
PUERTO DE CHIQUILÁ, LÁZARO CÁRDENAS, 29 de marzo.- Una drástica caída de servicios náuticos se ha registrado en el puerto de Chiquilá y la isla de Holbox, ante la falta de turismo y al bloqueo que los habitantes han llevado a cabo para impedir el arribo de visitantes, quienes pudieran traer hasta estos lugares el COVID-19, por lo que decidieron blindarse al aislarse y llevar un control de acceso a la zona.
Desde hace poco más de una semana, el puerto de Chiquilá cerró el acceso para turistas nacionales y extranjeros, para evitar el paso a Holbox y crear un cerco al coronavirus, apoyando así la decisión de los holboxeños de cerrar sus establecimientos y mantenerse en cuarentena hasta que la emergencia sea levantada.
Desde este tiempo, la actividad turística se paralizó y los más de 50 lancheros no han tenido actividad alguna, puesto que para estas fechas, los tours clásicos comenzaban a repuntar, para ya estar al cien por ciento en la semana mayor de la Cuaresma.
Ante esta pandemia que ha llegado al estado, las actividades turísticas se han cancelado, representando un duro golpe a la economía del sector náutico que prefiere hacer este sacrificio a ver a sus familiares afectados por este virus que puede llegar a ser mortal para los adultos mayores o personas que padezcan diabetes u obesidad.
Los lancheros señalaron que este es el primer inicio de año, en mucho tiempo que el sector turístico atraviesa por una grave situación y no es a causa de un fenómeno natural como un huracán, un frente frío, es mucho más grave la situación y no todos están convencidos de que hay que mantenerse en casa.
Externaron que primero hay que salir de este problema, para después pensar en la recuperación económica de la familia, aunque sí preocupa demasiado la falta de recursos para comprar productos de la canasta básica.