La madrugada del domingo estuvo marcada por una serie de accidentes automovilísticos que generaron la movilización de cuerpos de emergencia en distintos puntos de la ciudad. En menos de dos horas, tres hechos aparatosos se registraron en diferentes avenidas, lo que ocasionó pérdidas materiales considerables, aunque, por fortuna, no se reportaron personas lesionadas.
El primer percance ocurrió alrededor de las 3:00 de la mañana en la avenida Obsidiana con Paso Nikté, en el fraccionamiento del mismo nombre. De acuerdo con testigos, el conductor de un vehículo MG, color blanco, aparentemente bajo los efectos del alcohol, estuvo a punto de atropellar a una mujer que cruzaba la vía. En un intento por esquivarla, realizó una maniobra brusca que terminó con la colisión contra otra unidad de la marca BYD. El choque dejó cuantiosos daños materiales, sin víctimas que lamentar.
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Una hora más tarde, cerca de las 4:00 de la mañana, se registró un segundo accidente sobre la avenida Chichén Itzá. El conductor de un automóvil blanco perdió el control de su unidad tras manejar presuntamente en estado de ebriedad y se impactó contra un árbol ubicado en el camellón central. Tras el choque, el responsable abandonó el vehículo en el lugar. A pesar de lo aparatoso del impacto, no hubo personas lesionadas ni daños a terceros.
El tercer percance se presentó alrededor de las 4:30 de la mañana en el cruce de la avenida Chacmool con Leona Vicario, donde un taxi del sindicato “Andrés Quintana Roo” colisionó contra un vehículo particular. Ambos conductores aseguraron que los semáforos no funcionaban de manera adecuada, ya que en el momento del accidente marcaban luz verde en ambos sentidos. El incidente, al igual que los anteriores, dejó solo pérdidas materiales.
En los tres casos, elementos de la Dirección de Tránsito Municipal acudieron a realizar el deslinde de responsabilidades y ordenar el traslado de los vehículos al corralón. Las maniobras ocasionaron algunas afectaciones a la circulación, aunque debido a la hora en que ocurrieron los hechos el tráfico no se vio gravemente afectado.
Paramédicos también se presentaron en las zonas para brindar auxilio, pero al constatar que no había personas lesionadas, se retiraron del lugar.
Estos incidentes reflejan una constante en la ciudad: la combinación del consumo de alcohol con el volante y las deficiencias en la infraestructura vial, factores que continúan siendo un riesgo para la seguridad de automovilistas y peatones en Cancún.