El Obispo Auxiliar, Pedro Sergio Mena Díaz, encabezó emotiva misa en la víspera del Bicentenario de la Fundación de la Congregación de las Religiosas de Jesús María en el Colegio Mérida, en la que se recordó la obra piadosa de la fundadora de la congregación Santa Claudina Thévenet.
El Obispo estuvo acompañado del Arzobispo Emérito, Emilio Carlos Berlie Belaunzarán
A Santa Claudina le tocó vivir la crueldad de un movimiento armado, la revolución francesa en la cual sus dos hermanos fueron fusilados
Felicitó a las hermanas que forman parte de la congregación y que se encuentran al frente del Colegio Mérida
Hoy nos unimos a la alegría de la fundación de esta entrañable familia, las Religiosas de Jesús María, con la presencia de padres de familia, alumnas y ex alumnas
Actualmente conforman la agrupación unas mil 800 religiosas en los cinco continentes
Claudina supo contemplar e imitar la obra de la Virgen María, después de que sus hermanos murieron y le dijeron: “Perdona, Glady, como nosotros perdonamos”. Estuvo junto con sus hermanos, como María estuvo junto al pie de la cruz de Cristo, en medio de las dificultades que ella vivió. Al final exclamó: “Qué bueno es Dios misericordioso”
El Señor es compasivo y misericordioso, perdona los pecados y salva a la hora de la tribulación.
Claudina, en medio de la tribulación supo encontrar a Dios y ahora muchos ante las tribulaciones preguntan donde está Dios, pero Dios está entre nosotros, lo manifestamos en nuestras obras, añadió Mena Díaz.
Ella llevó una vida muy sencilla, encontró a Dios en todas las cosas, ella dedicó todo su interés a los niños y los jóvenes que viven abandonados y en la ignorancia religiosa. Un día, acoge a dos huérfanas abandonadas en el pórtico de la Parroquia de San Nezier.
Ella vivió duras experiencias de la Revolución Francesa y el fusilamiento de dos de sus hermanos. Comprende que lo que el mundo necesita, urgentemente, es descubrir la existencia de un Dios bueno que quiere sin condiciones a los hombres. Esa es su experiencia personal y el legado que le dejaron sus dos hermanos antes de morir: “Perdona como nosotros perdonamos”. Este momento marca un rumbo decisivo a su vida. Tiene 19 años. Ya antes de terminar la guerra, inicia un apostolado clandestino, defendiendo, junto con otras jóvenes, la fe de Cristo y su mensaje evangélico. No le dejan tampoco indiferente las palabras de sus hermanos, recordó Mena Díaz.
Acompañado de varios sacerdotes entre los que figuraron los Pbros. Mario Cervera Ancona, Antonio Pantoja, Jorge Carlos Menéndez Moguel, entre otros y Monseñor Berlie Belaunzarán, el Obispo Auxiliar transmitió el saludo y la felicitación del Arzobispo de Yucatán, Mons. Gustavo Rodríguez Vega.
La misa fue emotiva, la cual se realizó en el campo deportivo que lleva el nombre de la congregación Jesús María, sitio donde se dieron cita alumnas y ex alumnas del citado centro educativo y del Colegio Avelino Montes, el cual está a cargo de la congregación.
Al concluir la misa el Obispo Auxiliar presenció la proyección de un video sobre la historia de la congregación.
Las autoridades religiosas fueron recibidas por la directora general del Colegio Mérida RJM, Dra. Nilma Herrera Caamal.
(José Manrique)