El de Cristo es un reino de la verdad, pidámosle al Señor ser regios y reinar junto con Él desde ahora teniendo como principios la verdad, el amor, la justicia y la paz, dijo ayer el Arzobispo de Yucatán Gustavo Vega Rodríguez en la misa que ofició ayer por la mañana en la iglesia catedral, en la que los integrantes de la Acción Católica renovaron sus votos y fe en Cristo.
En su mensaje dijo que un comunicólogo muy famoso de la década de los setenta hasta los noventa se le ocurrió llamarle regios a las personas nacidas en Monterrey, pero estaba equivocado, porque el gentilicio es regiomontanos, creo y ojalá que ese error se corrija algún día.
Pero todos los bautizados deberíamos apropiarnos el mote de regios, no por tomar una actitud fatua o soberbia, sino por querer pertenecer al reino de Cristo y por tener la intención de reinar con Cristo. Todos los bautizados regios.
-Fíjense como el próximo sábado vamos a tener un nuevo gobierno, que se anuncia como la cuarta transformación de México y el ideal democrático se sigue persiguiendo en México como en la mayoría de los países del mundo. ¿Pero saben cuándo vamos a alcanzar ese ideal? Nunca.
Ese ideal a la perfección es inalcanzable, como forma de gobierno lo podemos tener siempre, pero el ideal perfecto de la democracia, como decía Abraham Lincoln: “Un gobierno del pueblo, por el pueblo y para el pueblo”, eso no lo alcanzaremos jamás, hay que seguir trabajándolo.
En el mundo quedan muy pocas monarquías que Platón y otros antiguos filósofos exaltaban; decían que la democracia era imposible porque cuando el gobierno es de todos, ellos pensaban, es lo mismo que ser de nadie, por eso exaltaban la monarquía.
Nosotros no vamos a exaltar la monarquía, vamos a seguir trabajando por la democracia para que todos participemos y más si va a seguir habiendo algunas encuestas, hay que participar, eso es democracia, hay que participar.
Pero ciertamente la monarquía es la forma de gobierno que mejor refleja la realidad de Cristo, nuestro único rey, eterno rey, todos los reyes han pasado y van a pasar los que quedan, Cristo es el único rey eterno soberano de todos en absoluto, soberano de todos.
Fíjense en las primeras dos lecturas, en una el profeta Daniel escribe su libro 500 años antes de Cristo, el apóstol san Juan, escribe su Apocalipsis, 60 años después de Cristo y los dos hablan de la realeza del hijo del hombre.
Daniel tiene una visión y ve como un hijo de hombre que viene entre las nubes, no dice un hijo de hombre, sino como un hijo de hombre; es una profecía un poco oscura de la encarnación, porque aunque los judíos esperaban al Mesías, no sabían que sería Dios mismo en persona el que vendría encarnarse como un hijo de hombre, pues sí hijo de Dios e hijo del hombre, es la visión de Daniel, un hijo de hombre que recibe un reinado eterno, ningún rey en la historia de Israel y del mundo ha recibido un reinado eterno, sólo ese que veía Daniel y el que después señala Juan en su Apocalipsis.
Juan también tuvo revelaciones que manifiesta en el libro del Apocalipsis, pero en esas palabras que escuchamos no hay revelaciones de su visión, de su contemplación es solamente de su fe, fe en aquel que es el omega y el alfa, alfa y omega (principio y fin), aquel que es el que es, el que era y el que ha de venir, aquel que tiene todo poder, aquel que tiene un reino eterno.
Si queremos ser verdaderamente regios, reinar con Cristo, hay que reconocer como es el reinado de Cristo y dice Jesús: “Mi reino no es de este mundo”. ¿A ver y tu reino, nuestro reino, el reino que construimos, es de este mundo o es el reino de Cristo?”. Cuando alguien se esfuerza y dedica toda su vida solamente a los bienes materiales, ese no es el reino de Cristo; cuando alguien pone toda su vida, todo su empeño en buscar el poder, ese no es el reino de Cristo; cuando alguien pone todo su empeño en todos sus placeres sensuales sin tomar en cuenta el respeto a los demás y a sí mismo, ese no es el reino de Cristo. ¿Cuál es el reino que tu construyes?, ¡Ojalá que tu reino se asemeje al reino de Cristo, reino de amor, reino de vida, reino de justicia, reino de paz, reino de la verdad; como dice Jesús: todo el que es de la verdad, escucha mi voz, la autenticidad, la sinceridad, la verdad: hay quienes se sienten muy cristianos, muy católico y con falsedad construyendo, mienten para tener éxito en sus negocios, mienten para obtener y mantener el poder, mienten para salirse con la suya en sus placeres; eso no es del reino de Cristo; el reino de Cristo es un reino de la verdad. Pidámosle al Señor ser regios, reinar junto con él ya desde ahora, teniendo como principio la verdad, el amor, la justicia y la paz. Que así sea.
(Víctor Lara Martínez)