Yucatán

Corrupción destruye legitimidad y credibilidad de jueces

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El ministro presidente de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Luis María Aguilar Morales, pidió ayer en esta ciudad acabar con la corrupción de jueces y en la vida pública del país en general, porque daña la legitimidad y credibilidad de los servidores públicos y porque ha sido uno de los reclamos del pueblo que se reflejó en el pasado proceso electoral.

Durante la inauguración de la XIII Asamblea General Ordinaria de la Asociación Mexicana de Impartidores de Justicia (AMIJ), el también presidente del Consejo de la Judicatura Federal hizo un vehemente llamado a todos los impartidores de justicia a mantenerse unidos para poder enfrentar los reclamos y responsabilidades que exigen los mexicanos.

Ante la presencia del Gobernador Rolando Zapata Bello, así como de ministros, consejeros, magistrados, jueces y abogados reunidos en el Centro de Convenciones Yucatán Siglo XXI, Aguilar Morales sostuvo que la corrupción “debe ser absolutamente desechada no sólo de la vida pública del país en general, porque ha sido uno de los reclamos señalados por el pueblo de México en las urnas, sino en especial de los jueces; nuestra legitimación deriva de nuestra propia actuación diaria y de la credibilidad que se tenga en nuestras resoluciones, es nuestra legitimidad”.

La corrupción destruye

—La corrupción destruye absolutamente la legitimidad y credibilidad de nuestro trabajo, por eso es fundamental el combate a la corrupción, porque la corrupción es un factor clave del bajo rendimiento y un obstáculo muy importante para el alivio de la pobreza y el desarrollo, aseveró.

Ahora me dirijo a ustedes como una especie de consejo –señaló a los presentes–, en el sentido de que aceptemos todos los jueces y juzgadores las críticas, cualquiera, las que parezcan justas o injustas, las que consideremos verdaderas o falsas, porque como servidores públicos estamos sujetos a un escrutinio más amplio y debemos aceptar la opinión del pueblo al que servimos.

A cambio –observó–, aprovechemos las críticas, revisemos nuestro actuar a partir de ellas, mejoremos si vamos bien, corrijamos lo que nos hacen ver que está mal, incluso tomemos medidas sancionatorias si nos advierten con pruebas si hay corrupción.

—En fin, seamos suficientemente responsables para verificar nuestra propia actuación como servidores públicos porque, insisto, como servidores públicos, en nuestro actuar está nuestra legitimidad y nuestra credibilidad, puntualizó.

Enseguida, el ministro insistió sobre la exigencia ciudadana en el pasado proceso electoral:

“Las urnas nos han exigido estricto, correcto y continuo actuar adecuado en el cumplimiento de la ley. La percepción se da no sólo en las resoluciones, sino también en el actuar de todos y cada uno de nosotros en la vida, en el respeto a nuestros colaboradores, a nuestros iguales; hagamos notar que el juez es, además, un referente social moral y ético que debe ser respetado simplemente o grandemente por ello.

Reflexionemos

“Invito a que reflexionemos sobre este punto y, con ello, seguramente combatiremos adentro de nuestra mente y de nuestro corazón a la corrupción.

“También les pido y convoco a que nos unamos y no dividamos nuestras voces, a que estemos unidos para poder enfrentar los reclamos y las responsabilidades que nos impone el pueblo de México y que las hemos escuchado muy claras en el voto que se ha dado en las urnas recientemente.

“Mantengámonos unidos, si dividimos nuestras voces podemos sin querer contradecirnos, estemos unidos para poder mostrar a todo México cuál es nuestra responsabilidad, pero sobre todo, cuál es el beneficio hacia el pueblo que le da una justicia limpia, digna y profesional, estemos unidos para que podamos seguir trabajando en lo sustancial y lo sustancial es la impartición de justicia. Por eso les pido que nos unamos, no nos separemos, no abandonemos nuestra gran tarea de unidad y mantengamos la unidad de grupo que somos todos los que impartimos justicia desde nuestros diversos ámbitos y competencias”.

Por otra parte, destacó que el constitucionalismo responde a la idea de que los poderes públicos pueden y deben ser limitados y de que la autoridad depende que se observen diversas limitaciones, “así, todo poder constituido tiene y debe tener límites”.

Cumplir y acatar la ley

Añadió que a la justicia, a los jueces, no les toca más que cumplir y acatar las obligaciones que nos impone la Constitución y la ley, por la protección de los derechos de todos, de la sociedad, de los inculpados, pero en especial de las víctimas en beneficio de México.

Sobre la XIII Asamblea, dijo que tiene el propósito de establecer un diálogo abierto que permita identificar la visión general sobre los retos que tienen las instituciones de cara a las necesidades de la sociedad mexicana, así como de precisar las maneras en que el servicio público de impartición de justicia conserva y salvaguarda su compromiso, de cara a los retos y áreas de oportunidad que trae consigo el cambio político, social y económico que vive México.

En cuanto a los temas abordados en las mesas de trabajo, se coincidió en que la independencia judicial, autonomía presupuestal y constante capacitación, son los elementos principales para fortalecer las Judicaturas locales y, con ello, alcanzar la impartición de justicia que México requiere.

A su vez, el presidente del Tribunal Superior de Justicia y del Consejo de la Judicatura de Yucatán, magistrado Marcos Celis Quintal, reconoció que el México actual vive una etapa de grandes cambios en todos los escenarios, los cuales traen aparejados visibles oportunidades y retos formidables para la justicia mexicana, lo que representa una inmejorable ocasión para contar con los elementos normativos y organizacionales que permitan responder las altas expectativas que tienen los ciudadanos.

Dijo que una muestra de ello es la iniciativa de reforma al Artículo 116 fracción tercera de la Constitución Federal, iniciativa que hoy se analiza en el Senado y que contiene importantes avances y, a la vez, aspectos que debemos repensar cuidadosamente para no arriesgar la independencia de los Poderes Judiciales locales.

Desde Yucatán –subrayó–, pedimos respetuosamente al Constituyente Permanente impulsar y analizar cuidadosamente la reforma propuesta, por ello y por muchos temas más, esta Asamblea Nacional de los Juzgadores mexicanos cobra más relevancia que nunca, y es que esa es precisamente la esencia de la AMIJ, mejorar cada día la impartición de justicia nacional a través de diálogo y el intercambio permanente de experiencias.

Mesa panel

Al término de la inauguración se dio paso a la mesa panel “La justicia que México requiere”, moderada por el magistrado Celis Quintal y en la que también participaron el presidente de la Corte, ministro Aguilar Morales; el presidente de la Comisión Nacional de Tribunales Superiores de Justicia (Conatrib), magistrado Sergio Javier Medina Peñaloza; la magistrada presidenta de la Sala Superior del Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, Janine M. Otálora Malassis; la ministra Margarita Luna Ramos y los ministros, también de la Suprema Corte de Justicia de la Nación, Javier Laynez Potisek y Jorge Pardo Rebolledo.

Entre los temas que se debatieron estuvo el de los principales obstáculos que enfrentan los juzgadores para alcanzar las mejoras que la sociedad requiere y qué cambios requieren los tribunales del país para que la sociedad mexicana tenga más confianza en su labor.

Otálora Malassis dijo que la demanda de justicia va en aumento y la respuesta a esta demanda es cada vez más compleja, plantea nuevos retos y requiere constante capacitación de los impartidores para resolver los nuevos planteamientos que se van generando con los cambios sociales.

A su vez, Pardo Rebolledo destacó que la justicia es un reto que se renueva cotidianamente y, por ello, todos los impartidores de justicia deben actualizarse y reconoció el papel de la AMIJ como punto de reunión de los impartidores de justicia para alcanzar una homologación de criterios.

En su turno, Laynez Potisek apuntó la necesidad de fortalecer la autonomía de los órganos impartidores de justicia, principalmente de los Tribunales Superiores de Justicia de los Estados, puesto que son el primer contacto de la sociedad con la impartición de justicia.

También intervino Luna Ramos, quien señaló que la justicia va a la par con los cambios que la sociedad tiene, puesto que las sociedades son dinámicas y por ello el derecho debe de ir evolucionando. La ministra reconoció que el papel del juzgador es un papel complicado debido a que la parte que no resultó favorecida automáticamente culpa al juez.

Por su parte, Medina Peñaloza expuso que las Judicaturas locales hacen todo lo posible para poder impartir justicia; sin embargo, reconoció que no se cuenta con los recursos suficientes para llevar a cabo su trabajo, ya que, en promedio, los Poderes Judiciales locales sólo cuentan con 1.3 por ciento del presupuesto de los Estados.

Finalmente, Aguilar Morales señaló que todos los juzgadores se encuentran comprometidos con una mejor impartición de justicia y resaltó el trabajo que los jueces de todos los fueros y ramas realizan cotidianamente y que la sociedad ignora.

La asamblea reunió a más de 300 jueces, juezas, ministras, ministros, magistradas, magistrados, consejeras y consejeros de Judicaturas del ámbito local y federal.

(Rafael Mis Cobá)