Pilar Faller Menéndez
Recordando a los mártires de Chicago
“El obrero tiene
más necesidad
de respeto que de pan.”
Karl Marx
Conocido también como el Día Internacional de los Trabajadores, el Día del Trabajo no es una celebración nacional, ya que está ligado a ciertos acontecimientos que posteriormente se expondrán, motivo por el cual, en casi todo el mundo se celebra el 1º. de mayo.
Es una gran fiesta del movimiento obrero mundial, de los hombres que usan sus manos para ganarse el sustento de sus familias así como la conmemoración de luchas sociales y laborales que han tenido que sostener para poder exigir sus derechos laborales y mejorar las condiciones en sus centros de trabajo.
Sin el afán de hacer una distinción de clases laborales, es justo reconocer las luchas que han sostenido muchos obreros, en distintas partes del mundo, las cuales han sido reconocidas en esta fecha la cual se instituyó en el Congreso Obrero de la Segunda Internacional Socialista, el cual se celebró en París en el año de 1889 en reconocimiento a los mártires de Chicago.
Paradójicamente en los Estados Unidos, donde se originó la conmemoración de este día, se celebra el primer lunes del mes de septiembre y se conoce como Labor day el cual es el equivalente al Día del Trabajo. Los festejos del primero de mayo se consideran como el origen del movimiento obrero moderno.
Esta conmemoración fue originada por los mártires de Chicago, quienes fueron unos obreros líderes sindicalistas que ante las tendencias anarquistas el primero de mayo de 1886 movilizaron a los trabajadores con el objetivo de exigir la reducción de la jornada a ocho horas, ya que en aquellos años, en Estados Unidos, las jornadas podían extenderse a 18 horas continuas, y las empresas solamente eran multadas si se pasaban de ese límite sin causa justificada.
Era de esperarse que los trabajadores consideraran que estas condiciones de trabajo resultaran injustas, ya que solamente gozaban de 6 horas al día para descansar o estar con sus familias, motivo por el cual pedían la reducción de la jornada laboral a ocho horas, ya que prácticamente vivían para trabajar y no trabajaban para vivir. Irónicamente, en Estados Unidos hacía veinte años que se había abolido la esclavitud.
Fue por esta razón que los trabajadores amenazaron con iniciar una huelga si su petición no era aceptada por los patrones. Chicago era una de las ciudades que contaba con la mayor masa laboral del país, y las condiciones en las que trabajaban eran sumamente precarias, por lo que la huelga se llevó a cabo y se prolongó durante varios días, durante los cuales hubo enfrentamientos entre los manifestantes y policías que tuvieron como resultado varios muertos y decenas de heridos.
Fue en la plaza de Haymarket de esa ciudad, cuando el 4 de mayo la tensión que se vivía era ya insostenible, y en ese lugar un dispositivo explosivo estalló, provocando decenas de heridos y detenciones. Los detenidos fueron ocho obreros que fueron hallados culpables, de los cuales tres recibieron la sentencia de la pena de muerte y cinco de prisión. Estos detenidos fueron los llamados “Mártires de Chicago” debido al sacrificio y la lucha por la reivindicación laboral del movimiento obrero, y es a quienes está dedicada la conmemoración del primero de mayo, aunque en realidad representan a todos los obreros del mundo.
Fue este hecho que logró que los sectores patronales finalmente accedieran a reducir la jornada laboral a ocho horas, la cual es respetada e implementada en la mayoría de los países del mundo occidental.