Campeche

NO hacen justicia a náufragos

Ayer por la mañana, a las afueras del Teatro de la Ciudad, cuatro sobrevivientes del naufragio de la barcaza DLB269 que aconteció hace 24 años por el huracán Roxana en 1995, al servicio de J Ray Macdermon, se manifestaron para recordarles a las autoridades que al día de hoy no los han indemnizado.

Domingo Fuentes Hernández, Oscar Alonso Veuló Pérez y Enrique Hernández Zapata reclamaron su derecho a ser indemnizados y reconocidos luego de haber sobrevivido un siniestro como el de la época a manos de un fenómeno meteorológico.

“Hoy –ayer- cumplimos 24 años de haber naufragado, un día como hoy pero de 1995, aproximadamente sería de 5 a 6 de la tarde que naufragamos. Trabajábamos directamente para una empresa, CC y la embarcación era de Ray Macdermo, ya teníamos mucho rato trabajando ahí”, externó Fuentes Hernández.

“La inconformidad que hoy nosotros cumplimos 24 años de haber naufragado y nosotros eso nunca nos lo ha tomado en cuenta, ni las autoridades competentes de aquellos tiempos, porque les voy a decir algo, hay un temblorsito, a los damnificados les dan algo, cuando se hundió la panga aquí en Carmen también lo condecoran”.

Nosotros no pedimos eso, queremos que nos recuerden con una gran lealtad que le trabajamos a la Nación, a la Paraestatal y no es justo que a nosotros nos tengan abandonados, incluso compañías extranjeras que no cumplen con el reglamento adecuado para liquidar, esto fue un naufragio muy doloso del que hubo muchas muertes, desconocemos cuántos compañeros hay desparecidos, pero hasta ahorita no hay nada concreto que nos digan y sabemos que vamos a tener unas negociaciones para diciembre pero no sabemos si es pago, no sabemos nada, sostuvo.

“Nunca nos indemnizaron, a nosotros nos corrieron injustificadamente, nos quitaron los seguros, desaparecieron los expedientes, nosotros somos 187 náufragos, sobrevivientes y a nosotros en la Junta Federal nada más aparecemos 123”.

Engañados

Los sobrevivientes aseguraron que las autoridades de los gobiernos federales anteriores nunca les hicieron caso, siempre les relegaban el caso “más y más”.

Nos aplazaron nuestra demanda, a mí me gustaría que investigaran a todos los presidentes de las juntas federales a nivel nacional de México, nosotros somos la Junta número 7 en México, narró con tristeza Rodrigo Cruz Chablé.

“A nosotros el presidente nos aplazó, nunca notificó ni a PEMEX ni a las compañías para ver la solución de nosotros, siempre nos aplazaron las demandas”.

Nosotros queremos que nos indemnicen, han pasado presidentes municipales y ninguno nos ha hecho justicia, sólo nos han aplazado nuestro caso lo más que han podido.

“Ni siquiera nos pagaron las cosas que perdimos a bordo, como los zapatos, la ropa de vestir, ni nada. Queremos que se nos cumpla lo que exigimos, sólo queremos lo que nos corresponde”.

PEMEX y las empresas involucradas nos dejaron solos, cada quien tuvo que costear los gastos médicos, no hubo seguro, no estábamos dados de alta en ese momento por la compañía, concluyó el entrevistado.

La historia

Acorde a datos de la revista ‘Proceso’, hace 24 años la barcaza DLB269 naufragó frente a las costas del norte de la Isla. Según las pruebas aportadas por los damnificados, PEMEX contrató los servicios de la barcaza a pesar de que no contaba con el “Certificado de Seguridad Marítima”, documento que garantiza la inspección anual del navío para comprobar sus condiciones de seguridad estructural

Mediante peritajes y declaraciones que aparecen en las averiguaciones previas 93/95 y 139/CAMP/99 de la PGR, los sobrevivientes descubrieron que el navío —con 28 años de servicio para PEMEX— operaba con deficiencias técnicas, no cumplía con los requisitos legales de navegación y su póliza de seguro vencía definitivamente siete meses después del naufragio.

También descubrieron que no se respetó la norma de que las embarcaciones superiores a 10 mil toneladas deben estar al mando de un capitán de altura y no de un capitán de Marina, como ocurrió en este caso

Irregularidades

En sus investigaciones, encontraron que las empresas navieras suelen cometer irregularidades administrativas y financieras que, tan solo en la central petrolera de Cantarell, les permiten evadir impuestos por “mil millones de dólares anuales”. Esto es posible mediante el esquema de reportar salarios inferiores —en proporciones que van de 500% hasta 1000%— de los 18 mil trabajadores de la zona.

Según los estudios clínicos practicados a 185 lesionados en el naufragio, como consecuencia del peligro al que estuvieron expuestos, 45 están clasificados como “locos”, 20 son minusválidos y el resto sufre las secuelas de diversas fracturas, advierte la fuente.

Mayoritariamente mexicanos, los demás sobrevivientes exigen que se les bonifique un seguro de accidente laboral, pues trabajadores estadunidenses, mediante un juicio, reclamaron y obtuvieron medio millón de dólares por daños, advirtió la fuente.

(Texto y fotos: POR ESTO!)