Campeche

Renuncia de Deschamps desatará pugna por el poder

Tras 26 años de dominio mafioso del Sindicato de Trabajadores Petroleros de la República Mexicana (STPRM), y sólo tras las certeras investigaciones que se realizan por parte de la Fiscalía General de la República (FGR) que hicieron insostenible la conclusión de su última y polémica reelección por el periodo 2018-2024, este miércoles Carlos Antonio Romero Deschamps renunció a la dirigencia nacional del gremio, dejando tras de sí un legado de represión sindical y desbordante corrupción ampliamente documentada.

Pero lejos de ser motivo de festejo para miles de trabajadores petroleros inconformes con la vida sindical de su gremio, nada ha cambiado en el Comité Ejecutivo Nacional con la renuncia de Romero Deschamps, luego de que trascendiera la asunción del tesorero del sindicato Manuel Limón Hernández, actual diputado federal de Veracruz por el PRI, como nuevo dirigente provisional de cara a unas nuevas elecciones en un plazo de 90 días, resulta más urgente que nunca la necesidad de sacar a las actuales dirigencias, copartícipes todos de los desvíos y los malos manejos de líder desde hace más de dos décadas y media.

Disidentes locales y nacionales coinciden en la misma advertencia, salió Deschamps pero queda todo su Comité Ejecutivo así como los 36 líderes de las secciones petroleras del país, y podrían ser ellos quienes definan el rumbo en las próximas elecciones de forma antidemocrática, pues no se han adecuado los Estatutos al nuevo marco laboral ni a los exhortos del Senado de la República.

Así lo advierten por separado opositores como el Movimiento Nacional de Transformación Petrolera (MNTP), en voz de María de Lourdes Díaz Cruz, y también trabajadores que han vivido en su propia experiencia la represión por denunciar transas en secciones locales, como es el trabajador Mario Arcos Lucio de la Sección 42.

La renuncia es insuficiente

A decir de la dirigente del MNTP, María de Lourdes Díaz Cruz, “Lula”, la renuncia de Carlos Antonio Romero Deschamps es insuficiente, pues el poder que ostentó durante 26 años se sustentó en la complicidad tejida con cada uno de sus caciques repartidos por las diferentes sedes del Sistema Nacional Petrolero. Es esta estructura la que debe ser desmontada para lograr la democratización del STPRM.

Pese al optimismo de la opinión pública con la salida de Romero Deschamps, “Lula” es algo más precavida, advierte una pugna por el poder entre los 36 charros sindicales, como los son Víctor Kidnie de la Cruz en la Sección 47 y Luis Gerardo Pérez Sánchez en la 42, para ver quién pude más para imponerse como nuevo líder nacional, y además de ello una represión e intimidación más fuerte contra las voces disidentes que se alzan en este momento.

“Nosotros sentimos que era inminente la salida de Carlos Antonio Romero Deschamps, pero esto no nos resuelve el tema de la democracia sindical, no se puede ir políticamente y dejarnos a su gente, que finalmente son lo mismo y traen la misma línea que él, con todos los charros sindicales que han agredido a nuestros compañeros, como el cacique Raúl Becerra de Dios (Sección 14) que golpea a compañeros en Macuspana, Tabasco; Artemio de Jesús Enríquez (Secc. 38) en Salina Cruz, Oaxaca, o Milton González (Secc. 13) en Cerro Azul, que es de los charros más violentos que tiene Romero Deschamps”, mencionó Díaz Cruz.

“Esto a mí me parece que va a traer conflicto interno en el seno del Comité Ejecutivo Nacional, por ahí alguien declaró que esto va a ser un efecto dominó, falso, va a haber fuertes enfrentamientos entre los charros, así lo entendemos desde el MNTP”, aseveró.

Reiteró que es necesario seguir pugnando por cumplir con elecciones democráticas, pues de lo contrario será “la misma gata pero revolcada”.

“Sale Carlos Antonio Romero Deschamps pero quedan los 36 líderes sindicales, tan sólo Manuel Limón es tesorero del sindicato, no basta solamente la renuncia sino todo lo que está detrás, por eso nosotros en junio realizamos la Convención Nacional Petrolera donde expulsamos a Romero del sindicato, a él y todo el Comité Ejecutivo Nacional”, afirmó.

Temen más represión

También advirtió mayor represión ahora que los charros de las secciones buscarán imponerse ellos mismos, “este comité no puede llevar a cabo las elecciones, el que se haya ido Romero Deschamps no quiere decir que su modus operandi cambie, de ninguna manera van a ser los charros buenos que van a convocar a elecciones a los trabajadores de buena manera, ellos van a usar sus prácticas de siempre, que son intimidación, golpear a nuestros compañeros, los van a sacar a sus casas para votar, esa situación no la vamos a permitir, vamos a continuar en la lucha en las secciones sindicales y convocando a nuestros compañeros”.

Negó que pudieran participar en la posible elección si no se adecuan los estatutos. “Si continúan los charros ahí el MNTP no va a participar, porque consideramos que no hay condiciones para la elección, por supuesto que no, es la misma gata pero revolcada, es Manuel Limón el que sube y es altamente represivo, son las mismas prácticas que tienen, así que no vengan a engañar a nuestro Gobierno que van a ser charros buenos quieren engañar a los trabajadores porque a este Gobierno no lo engañan”, asestó.

Finalmente, denunció ataques por parte de otros disidentes como Sergio Carlos Morales Quintana, así como intentos de “levantones” contra su persona.

“Los trabajadores dicen gracias que se fue, pero queremos a los demás, queremos justicia, que se vayan todos, ya están moviendo a su gente porque la salida de Romero no corrige su modus operandi, por ello seguimos llamando a los compañeros a organizarse y continuar la lucha, no bajar la guardia, no es momento de festejar”.

Ambiente tenso

en la CDMX

En entrevista diferente, el trabajador local del STPRM, Mario Arcos, quien se encuentra en la Ciudad de México como parte de varios grupos disidentes que protestan desde hace varias semanas tanto en el Zócalo capitalino y frente a la sede del Comité Ejecutivo Nacional del STPRM, relató el ambiente tenso que se vivió en dichas instalaciones.

De acuerdo con la versión del trabajador de la Sección 42, grupos opositores se agolparon a las fueras del edificio del STPRM, pero también lo hizo gente leal a Carlos Antonio Romero Deschamps, quienes en todo momento pretendieron intimidar a los manifestantes.

Arcos Lucio vivió en carne propia la represión sindical luego de denunciar corruptelas del cacique Luis Gerardo Pérez Sánchez, a quien acusa de haber desaparecido bienes pertenecientes a la Sección 42, como son 16 predios además de un rancho de más de 300 hectáreas frente a Xicalango, con un valor millonario en detrimento de la base sindicalizada.

Estimó al igual que diferentes opositores que consultó POR ESTO!, en que no basta con la salida de Romero Deschamps, y más que nunca es fuerte la exigencia de justicia y que se les finquen responsabilidades por lucrar con el Sindicato Petrolero.

(Texto: Carlos Valdemar / Fotos: POR ESTO! / Especial)