Como un circo político más, el Ayuntamiento Municipal a cargo del espurio Oscar Rosas González acarreó a personas de la tercera edad y niños discapacitados al Domo del Mar, sitio inseguro para eventos, con tal de llenar los espacios para la entrega de apoyos en especie por la recolecta del Carnaval Carmen 2019. Incluso medios de comunicación serviles al Gobierno acapararon las primeras filas para no perder la imagen de “caridad” priísta.
La mañana de ayer, por más de una hora se hizo esperar a los beneficiados del programa “Entrega de Despensas y Aparatos Funcionales”, en el que personas con capacidades diferentes de todas las edades, así como adultos mayores fueron acarreados para que lucraran con sus necesidades.
Bajo la premisa de, “ayudar a los que más los necesitan”, eligieron el Domo del Mar para su acostumbrado evento, peligroso por la falta de mantenimiento y reparación en el techo, y que con los fuertes vientos las láminas amenazaban con desprenderse, expusieron a los presentes a soportar más de dos horas a que se tomaran las fotos oficiales con ellos, sin importar las altas temperaturas que se han registrados en los últimos días.
Fueron llamados representantes de los diversos artículos que se entregaron, como sillas de ruedas, bastones, andaderas, muletas y despensas, que sumaron más de 150 objetos que beneficiarán a quienes más lo requieren.
Infamia
Asimismo, los medios serviles al espurio Edil acapararon las primeras filas, sin importar incomodar a los abuelitos presentes, para sacar las mejores fotos del Rosas González cargando a un señor sin piernas, con tal mostrarlo como el “salvador” de los más necesitados.
Incluso la señora Viridiana Suárez de Rosas, presidenta del patronato DIF Carmen, quitó de los brazos de su madre a una pequeña con una enfermedad motriz, para ponerla en una silla de ruedas nueva, y que saliera en la foto oficial como beneficiada, sin saber realmente si la menor requería ese tipo de aparato u otro acorde a su condición.
Cabe resaltar que los funcionarios municipales invitados, se dedicaron a tomarse las tradicionales selfies, mientras los adultos mayores se estaban durmiendo en sus lugares.
(Texto: Dayana Alcalá /
Fotos: Carlos Valdemar)