Las cooperativas pesqueras de altura que cuentan con granjas acuícolas en donde se producen las especies de mojarras tilapias han obtenido buenos resultados durante la temporada de Cuaresma, debido a que de forma semanal los productores que se encuentran en la comunidad de Jobal, perteneciente a Sabancuy, han comercializado un promedio de cuatro toneladas de mojarras, productos que son enviados a la ciudad de Cancún, Quintana Roo, mientras que los productores que se encuentran en Atasta colocan una tonelada de mojarras a nivel local, dijo Adolfo Hernández Maldonado, presidente de la Federación de Pescadores de Altura.
Expresó que afortunadamente con la producción de mojarras que están comercializando en el Estado de Quintana Roo y a nivel local, las cooperativas han estado obteniendo mejores ingresos para sobresalir, además que con los recursos que obtienen pueden invertirlo para contar con más producción.
“Hemos estado respondiendo con la producción suficiente, los compradores llegan con sus unidades y se llevan las mojarras, pescados que se encuentran de buen tamaño, pesan entre medio kilo hasta un kilo 300 gramos; nos preparamos con anticipación para poder obtener la producción deseada en esta temporada de Cuaresma, afortunadamente, hemos estado cumpliendo con los compradores”, señaló.
Camarón
En cuanto a la veda del camarón que se avecina, Hernández Maldonado dijo que viajó una comitiva de Campeche hacia Mazatlán, para ver el asunto de la veda, así como del subsidio del diésel marino, para ver si se incrementaba un poco más el apoyo para el combustible, debido a que actualmente tienen conocimiento que sólo les van a dar dos pesos por litro de combustible, y eso es muy poco.
Dijo que el precio del diésel les está afectando mucho, pues el litro de este combustible se encuentra en 22 pesos, los barcos cuando salen por 20 días, tienen que abastecerse con 20 mil litros de diésel, y al no poder costear los gastos, los armadores prefieren parar los barcos, como se encuentran actualmente, pues de las 13 embarcaciones sólo existen dos trabajando.
“En cuanto a la veda nos afecta porque las embarcaciones quedan paralizadas por 90 días (tres meses), y está difícil, los ribereños a ver cómo les va porque ellos han estado solicitando que se habrá la veda en el mes de julio, porque seis meses les afecta a este sector”, agregó.
Señaló que los pescadores de altura durante el año deberían trabajar ocho meses, pero la realidad es otra, porque sólo laboran cinco meses. Los factores principales son el costo del diésel y luego el tiempo, por los nortes, y esto afecta a los hombres del mar y no salen a la pesca, por eso en días pasados estuvieron parados la mayoría de los barcos.
“Otro factor es el avituallamiento de los barcos, que se incrementan en un 30 por ciento, ya que para sacar un barco por 20 días se requiere hasta de 700 mil pesos, pues las embarcaciones tienen que llevar 20 mil litros de diésel y en ocasiones no sacan la producción necesaria; actualmente la producción que obtienen es de 100 a 120 kilos por noche, por eso los barcos se encuentran parados”, finalizó.
(Texto: Fernando Kantún / Fotos: Fernando Kantún / POR ESTO!)