El Santuario Mariano Diocesano recibe a cientos de fieles que acuden a besar o tocar el manto de la Virgen del Carmen, inclusive personas de otros estados que vienen hasta la “Perla del Golfo” para cumplir con la tradición religiosa más arraigada en el terruño carmelita.
“La fe. Nosotros desde niños, nos inculcaron la veneración de la virgen, desde ahí hemos seguido llevando la veneración hacia ella a través de los años y siempre hemos venido a solicitarle que nos ayude en los casos difíciles, sobre todo cuando se aproximan los huracanes, para evitar algún desastre natural”, mencionó Juan Manuel Mugartegui Rejón.
Señaló que muchos fieles también se acercan para casos difíciles, principalmente enfermedades donde siempre se le solicita a la Virgen del Carmen que interceda y las peticiones sean escuchadas.
Mencionó que para estas fechas es una gran emoción el poder estar frente a Nuestra Señora del Carmen, tocar el manto y que afortunadamente cada año existe esta oportunidad de poder tener de cerca la imagen, en donde miles de feligreses acuden a visitarla para pedir alguna intercesión o agradecer.
“Es una emoción muy grande que sentimos los que de verdad somos católicos de corazón, los que veneramos sentimos una emoción muy grande, ya que siempre la vemos en el altar mayor y para estas fechas siempre podemos estar más cerca de ella, esta es una oportunidad que tenemos y que cada año esperamos con ansias”, enfatizó.
Destacó que ya se están preparando para estos días de celebración e inclusive su familia tiene un gremio, el de la familia “Rejón Sosa”, en donde el día 22 de julio llevarán a cabo la misa.
Isla bendita
Apuntó que la Isla se encuentra bendecida con muchos recursos naturales, en donde se ha logrado subsistir y cada que se acaba un recurso aparece otro y así sucesivamente; sin embargo, aunque actualmente aun está la crisis económica, desde temprana hora mucha gente trabajadora o sin empleo acude al Santuario para solicitar la intercesión, que la Isla recupere sus riquezas y haya trabajo nuevamente.
(Texto: Irene Barradas / Fotos: Ignacio Morales)