Campeche

Padre Nuestro nos identifica como discípulos

CAMPECHE, Cam., 28 de Julio.- “El Evangelio de este domingo tiene para los creyentes una importancia especial, ya que recuerda cuando Jesús enseñó a los discípulos la oración que hoy en día seguimos rezando y que nos identifica como discípulos, que es el Padre Nuestro y es por ello que es importante subrayar el contexto en el que el Evangelio sitúa esta oración”, expresó el párroco, Francisco Velázquez Trejo, rector de la Catedral.

En la Iglesia de la Purísima Concepción, manifestó que la oración del Padre Nuestro es una oración breve y concisa, en comparación con el habitual estilo de oraciones judías.

Asentó por lo tanto es precisa y completa, porque Jesús dice en ella, de forma muy directa, lo que enseña a través de parábolas y gestos, dado que los creyentes se dirigen a Dios como Padre.

“Es decir sin más, de tú a tú, sin las perífrasis reverenciales propias del judaísmo y pedirle lo verdaderamente necesario. Dios quiere que se lo pidamos”, declaró.

En la homilía, Velázquez Trejo mencionó que por ello es que la oración en el cristianismo, es la puesta en práctica y realización efectiva de la fe, tal como lo recuerda el profesor emérito de Fenomenología de la Religión, Martín Velasco.

Destacó que la oración no es solo un quehacer, es una actitud: la de vivir la propia vida en la presencia de Dios, por ello es que en el Evangelio, Jesús es muy contundente a la hora de señalar que en esa actitud orante, debe estar presente la petición a Dios, una petición insistente y perseverante.

“Eso debe tener nuestra vida tiene que estar presente la petición a Dios, y una petición insistente, perseverante, de cosas buenas”, comentó.

El líder religioso aseveró que cuando uno de los discípulos, le ruega que les enseñe a hablar con Dios, Jesús responde “Cuando oréis, decid: Padre, santificado sea tu nombre’.

Añadió que más tarde, Benedicto XVI encuentra el significativo para que Lucas sitúe el Padre Nuestro en el contexto de la oración personal del mismo Jesús, porque esto los hace partícipes de su oración.

“Nos conduce al interior del diálogo íntimo del amor trinitario; por decirlo así, levanta nuestras miserias humanas hasta el corazón de Dios”, finalizó.