Por 22 años ininterrumpidos la Asociación Nacional Pro Superación Personal AC (ANSPAC) realizó su gremio en agradecimiento a la Virgen del Carmen, quien en todo momento está en sus vidas ayudándolas a trabajar en beneficio de la ciudadanía, pues en tiempos como los que se viven hoy en día, de mucha violencia, es importante tener amor y fe hacia la Virgen, expresó la presidenta de la asociación, Esther Abreu de Guerrero.
Los feligreses a la Virgen del Carmen acuden cada año hasta el Santuario Mariano Diocesano para pedirle que todo se lleve tranquilamente y se tenga una fiesta religiosa en orden y sin ningún tipo de problemas, además de que en todo el año les brinde su bendición y amor, que es lo que no debe de faltar en los hogares.
Ante ello, la presidenta de la Asociación Nacional Pro Superación Personal AC (ANSPAC), dijo que es importante que haya personas que sean luz en el camino y con ello lograr componer el mundo, que hoy más que nada necesita de ello, por eso acuden a la Virgen María desde hace 22 años.
“Ponemos los trabajos de todo el año a los pies de Jesús, llevamos 22 años ya trabajando y para nosotros es una bendición enorme, porque la Virgen siempre nos va a llevar a su hijo y nos regala mucho amor, y es lo que hoy más necesita el mundo”, expresó.
Sin duda su disposición para servir a la Virgen y Jesús lleva a esta asociación a confiar que hay una solución para los tiempos difíciles, por la violencia, hambre, desempleo que se vive en el municipio, país y el mundo en general.
“Todo lo que pasa es por la falta de amor, la gente llora y suplica por migajas de amor, nosotros somos una asociación que tenemos 200 mujeres trabajando para ser luz en este mundo y ser ese cambio que se necesita”.
Por ello desde las nueve y media de la mañana partieron a la altura de conocido restaurante para recorrer parte del Malecón, y ahí tomar la calle 31 para llegar al Santuario, en donde con globos y alabanzas a la Virgen del Carmen fueron recibidas por el padre para darles la bendición y posteriormente escuchar la misa.
(Texto y fotos: Ignacio Morales)