Campeche

Comerciantes mantedrán precios en productos

El 2020 inició con muchos cambios, uno de los más fuertes se relaciona con el precio de los productos considerados dentro de la canasta básica; una situación que aseguran los locatarios del mercado principal Pedro Sainz de Baranda y pequeños comercios, tendrá un impacto directo a la ciudadanía y las ventas.

La Canasta Básica Alimentaria (CBA) está compuesta por lácteos, diversas carnes como el pollo, cerdo o ternera. También se consideran el huevo, Frijol, judías, alubias, lentejas; los cereales como maíz, arroz, pan y pastas.

Asimismo se contemplan los azúcares y las grasas como aceite vegetal o manteca; las verduras, las frutas, café, pan, azúcar y sal de mesa.

En el mercado principal Pedro Sáinz de Baranda los precios de los productos que se encuentran dentro de la CBA no han sufrido grandes cambios sin embargo son los mismos locatarios que confirmaron que se auguran alzas principalmente en algunas frutas y verduras.

Al mismo tiempo otros comerciantes ya iniciaron con aplicación de estrategias para no golpear sus bolsillos, el de los trabajadores y compradores.

El azúcar, la manteca y el huevo son las materias primas para la elaboración de pan y aunque estas ya registran alzas de hasta dos pesos por kilo, Roxana Carrillo aseguró que no le aumentará el precio a sus productos pues la economía local no resistiría, en cambio, ha reducido su producción para aminorar la inversión.

“A todos los panes le hemos bajado el 50 % de producción, por ejemplo, el año pasado hacíamos 190 trenzados y este año sólo hicimos 90.

Esta situación hay que agregar que también el costo del gas registró un alza y de acuerdo a la locataria, también podría propiciar un aumento de precios “antes compraba mil 200 en gas y me alcanzaba para laborar dos turnos, ahora debo comprar mil 400 para que me pueda quedar reserva”, expresó.

En cuanto a las carnes, los tablajeros de la “Carnicería Gómez” comentaron que aún no hay tal alza pero que en algunos sitios dentro de la misma central se ofertan carnes hasta en 85 pesos.

“Hay lugares donde está barato y otros donde lo dan caro, nosotros por ejemplo, lo vendemos en 80 pesos el kilo, bien alineado. En otros lugares le subieron hasta 85 aunque no nos hayan dicho que le subamos, es cuestión de que las personas recorran varios lugares y no compren en el primero que lleguen.

En tanto, el pollo se sigue ofertando entre los 38 y 40 pesos el kilo, lo que evidencia que no ha incrementado.

Los comerciantes aseguran que el pasado mes de noviembre se registró un aumento que ha persistido hasta le fecha “con las ventas de los pibipollos empezó a subir hasta llegar al precio que ahora tenemos. No creo que haya aumentos sino, nuestros proveedores ya nos hubieran avisado”, manifestó.

En cuanto al huevo, Mirna May Romero quien desde hace 49 años se ha dedicado a la venta de este insumo asegura que en el inicio de año el costo es igual al registrado en el cierre del 2019 pero que a diferencia de los demás se espera que bajen sus costos.

“En noviembre subió el precio del huevo, estaba en 55, en noviembre alcanzó los 58 pesos la reja pero ahora ha estado disminuyendo y creo que así seguirá hasta estancarse de nuevo en 50 pesos”, manifestó que en un hecho histórico, a mediados del 2019 el costo por reja alcanzó los 60 pesos.

Frutas a la alza

Caso contrario ha sucedido con las frutas, considerados alimentos básicos para satisfacer las necesidades de calorías de un hogar promedio.

Los comerciantes aseguran que el alza de costos provocó ligeros aumentos entre los principales frutos de alto consumo.

El limón, cítrico que se da principalmente en la región pasó de ser ofertado en 8 a 12 pesos la bolsa con 8 piezas mientras que el melón subió de 20 a 35 pesos, la piña pequeña antes de finalizar el 2019 se ofertaba en 10 y ahora se vende en 12 pesos y la grande incrementó de 20 a 25, el plátano ha mantenido su precio en 12 pesos pero aseguran que la próxima semana podría registrar un aumento que lo llevaría a ser vendido en 15 pesos el kilogramo, sandía por su parte descendió de 12 pesos a 8 el kilogramo.

De acuerdo a un estudio realizado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM, en 1990 un trabajador debía laborar cinco horas para poder obtener un pago suficiente para adquirir productos de primera necesidad.

Para el 2013 ascendió a 21 horas mientras que para el 2018 la cifra se disparó a 24 horas, es decir, debía trabajar durante un día completo para conseguir economía suficiente para subsistir con la canasta básica. De seguir esta tendencia, el mismo estudio detalla que en el 2020 las horas laborales pese al incremento al salario mínimo subirían de 2 a 3 horas.

Los comerciantes aseguran que la tendencia de incremento siempre se registra en enero por dos situaciones primordiales, una; el golpe generado en los bolsillos por las fiestas decembrinas; dos el incremento de los costos.

(Jorge Chan)