
Un socavón de aproximadamente tres metros de profundidad y siete metros de largo se formó en el fraccionamiento Porto Real, dejando al descubierto una caverna natural bajo la calle Playa de los Cabos.
El incidente ha puesto en evidencia no solo las condiciones geológicas de la zona, sino también los posibles vicios ocultos en la construcción por parte de la desarrolladora Javer.
El hundimiento fue reportado por vecinos, quienes señalaron que la oquedad está a punto de afectar directamente una de las viviendas cercanas, además de poner en riesgo el paso vehicular.

Personal de la asociación civil Cenotes Urbanos acudió al lugar para inspeccionar el socavón y determinó que se trata de una cueva natural con presencia de biodiversidad, por lo que no debe ser rellenada, sino conservada bajo protocolos ambientales y de seguridad.
El fraccionamiento Porto Real, que aún no ha sido municipalizado y permanece bajo régimen condominal, deja en manos de los administradores y de la propia desarrolladora Javer la responsabilidad de ejecutar las acciones necesarias para salvaguardar la integridad de los residentes.
La falta de intervención por parte de autoridades municipales, debido a la situación legal del fraccionamiento, complica aún más la atención inmediata al riesgo estructural y ambiental detectado.

Vecinos denunciaron que esta no es la primera irregularidad en la zona. “Los materiales son de mala calidad y nadie responde. Ahora resulta que vivimos sobre una caverna y ni siquiera lo informaron al momento de la compra”, expresó una de las habitantes afectadas.
El socavón se encuentra actualmente acordonado de forma provisional con cintas de precaución, pero sin una intervención técnica que garantice la estabilidad del suelo.
Especialistas advierten que el hundimiento podría crecer y afectar parte de la calle y estructuras aledañas, generando un peligro latente de colapso.
Tanto los residentes como la asociación Cenotes Urbanos hacen un llamado urgente a la desarrolladora y a las autoridades para que obligue a los responsables a tomar cartas en el asunto, preservar la cueva y establecer un plan de manejo adecuado que contemple tanto la seguridad de las personas como la protección del entorno natural.