Empezó el 2020 y han pasado más de tres meses desde que Oscar Rosas González se comprometió a demandar a la empresa Oceanografía por hacer caso omiso de las peticiones para remover sus embarcaciones de las costas carmelitas -que tanto daño le han causado a la Isla- y nunca lo realizó, se conformó con abrir un expediente a quien resulte responsable, mientras los perjuicios continúan.
Sigue sin haber avances en la escueta denuncia presentada por el Ayuntamiento de Carmen contra la embargada empresa, pese a que el rescate del “Caballo de Trabajo” fue un rotundo fracaso por parte de las autoridades y que Rosas González prometiera acciones legales.
Tras indagar en el expediente que levantaron contra OSA, la Comuna carmelita indicó que fue el 16 de octubre del 2019 cuando acudió a la Procuraduría Federal de Protección al Ambiente, en Campeche, pero la demanda no fue contra la empresa, sino a quien resulte responsable, pese a estar plenamente identificado al ente infractor de las normal ambientales que protegen la Isla.
La denuncia fue admitida el pasado 18 de octubre, bajo el número de expediente PFPA/11.7/2C.28.2/00096-19 con el argumento sustancial: “hechos, actos y omisiones que han producido y continúan produciendo desequilibrio ecológico, daños al ambiente, a los recursos naturales, al orden público e interés social (…)”.
Pero ha empezado un nuevo año y más de dos meses de la opaca denuncia que no señala a nadie, no ha habido avances, y al municipio ya no le interesa lo que ocurra en la zona, pues tampoco se han dedicado a gestionar que continúen los procesos de rescate.
Atracción turística
Cabe señalar que la embarcación es utilizada como atracción turística, ya que los habitantes no pierden el tiempo y acuden a tomarse fotos del recuerdo, y en el peor de los casos se meten a la zona dragada para bañarse y pasar el rato.
Pese al peligro que representa la zona, ni Protección Civil ni las autoridades han colocado letreros de “prohibido nadar”, ya que los dragados han vuelto la zona irregular y el año pasado el mar le cobró la vida a una persona que, sin saber, se aventuró en la playa.
El nulo interés por el alcalde para dar cabal cumplimiento a sus declaraciones se deja ver en que no presionan y ni siquiera los quieren tocar legalmente, ya sea por temor o complicidad, mientras las personas exponen su vida al ingresar al área y se sigue afectando ecológicamente la costa.
(Texto y fotos: Dayana Alcalá)